El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, aseguró ayer lunes que el destope de la base y la pensión máxima “equivalentemente” y en un plazo “gradual y suave” de unos 30 años contribuirá, junto con la sobrecotización introducida por el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), a “rellenar” de ingresos el sistema de pensiones en las décadas de 2030 y 2040, las más tensionadas por el gasto que supondrán las jubilaciones de los baby boomers.
Durante su intervención en un acto organizado por la Fundación Seres, Escrivá recordó que el destope de la base máxima y de la pensión máxima es una de las medidas que se quiere pactar con los agentes sociales como parte de las recomendaciones del Pacto de Toledo y de los compromisos asumidos por Bruselas en el marco del Plan de Recuperación. El ministro insistió en que la pensión máxima es “relativamente baja” en el sistema contributivo, pues está en torno a los 40.000 euros anuales.
“Destopar la base máxima y la pensión máxima a la vez, equivalentemente, y haciéndolo de forma gradual y muy suave para que no tenga un efecto significativo sobre el coste laboral de las empresas, se puede hacer en 30 años, tiene la virtualidad de que rellena los ingresos las décadas de los 30 y los 40 (...), aunque desde el punto de vista del sistema, a muy largo plazo, es neutral porque recaudas antes y después pagas pensiones más grandes”, explicó.