El ministro José Luis Escrivá incluye en su respuesta a la carta de Beatriz Artolazabal una referencia a la transferencia de inmigración, una mención a la que no ha dado demasiada relevancia la consejera vasca. Escrivá se limita a ratificar el compromiso ya adquirido el 4 de noviembre, el compromiso de reunir los grupos de trabajo para abrir una negociación sobre varios aspectos de la política migratoria y, sin embargo, sigue sin concretar una fecha, y en este momento el Gobierno vasco tampoco dispone de los nombres que integrarán la delegación del Estado en esos grupos. Según ha podido saber este periódico, la parte vasca comunicó sus nombres al Estado hace semanas y, en las dos mesas que se van a crear, estará Begoña Pérez de Eulate, directora de Autogobierno. Esta ausencia de novedades reales ha provocado que esta referencia de Escrivá no haya causado gran excitación. En paralelo, además, como ya adelantó este periódico, la respuesta de Escrivá mantiene en pie el macrocentro con 350 plazas para refugiados en Gasteiz a pesar de que choca con el modelo vasco de acogida, más cercano; y tampoco satisface las dudas de la consejería.
La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, ha confirmado este miércoles en una entrevista con Radio Popular que, como publicó este medio, sigue sin tener información del macrocentro aunque el ministro le respondió el viernes por la tarde a la carta. Añadió que el ministro le “vino a decir que vayamos a poner en marcha esas dos mesas, que ya desde el 4 de noviembre dijimos que íbamos a poner en marcha, una para hablar sobre la transferencia de migraciones, y otra para trabajar en ese modelo, en las políticas migratorias que nosotros con nuestras capacidades hemos ido implementando con el modelo vasco, que ellos no reconocen pero que existe”.
Este periódico ha podido confirmar que Escrivá termina su carta con una referencia sin concreciones. Espera que el grupo de trabajo sobre migración pueda comenzar pronto su actividad. En realidad, la negociación no ha comenzado. Las fuentes consultadas explican que hay dos niveles: las autorizaciones iniciales de los permisos de trabajo de las personas migrantes, y las políticas de acogida, asilo y política migratoria. La parte vasca aspira a la transferencia. En las dos mesas de trabajo está presente Begoña Pérez de Eulate.
Resistencias en las transferencias
Que el Estado no haya dado aún los nombres de su delegación añade incertidumbre a sus intenciones reales de acometer el traspaso. El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, adelantó a este periódico en una reciente entrevista que Escrivá está dispuesto, pero hay resistencias en el Ministerio del Interior. Por otro lado, de esta secuencia de acontecimientos parece desprenderse que el Estado sigue adelante con el macrocentro aunque de facto pueda condicionar el ejercicio de las competencias migratorias, si es que las recibe Euskadi.
La posibilidad de negociar el traspaso de migración la desbloqueó el propio lehendakari Urkullu en una reunión con Escrivá, quien a su vez inició un diálogo preliminar con la consejera de Autogobierno, Olatz Garamendi. Ese traspaso y el de trenes de Cercanías son los únicos que se mantienen vivos.