El Ministerio de Seguridad Social que dirige el a menudo controvertido José Luis Escrivá cree tener el mecanismo para garantizar las pensiones a los baby boomers. Propone subir las cotizaciones a los trabajadores durante 10 años para lograr la sostenibilidad del sistema de pensiones.
El sistema pronto va a tener que hacer frente al pago de las pensiones de los nacidos entre finales de los años 50 hasta mediados de los 70. Hablamos de la generación más numerosa. Así que para sustituir el Mecanismo de Equidad Intergeneracional que el Gobierno acordó derogar en la mesa de diálogo social, el Ministerio propone que cada trabajador aumente su cotización por un tiempo limitado. Supondría una subida del 0,5 % de la cotización a pagar entre trabajador y empresa. O lo que es lo mismo, significaría pagar cinco euros más a los mileuristas, o 10 si se tiene un salario que ronde los 1.900 euros.
El sistema se revisaría cada 10 años y entraría en vigor en 2023, una vez que el Estado se haga cargo de los gastos impropios que la Seguridad Social sufraga en la actualidad.
El mecanismo pretende volver a llenar la hucha de las pensiones que en la actualidad cuenta con dos mil millones de euros, y que tenía casi 67 mil millones hace diez años. La Seguridad Social propone ahora aumentar las cotizaciones en lugar de rebajar las pensiones, opción por la que se decantaba el anterior factor de sostenibilidad aprobado en 2011 y que no ha llegado a entrar en vigor.
Ahora bien, si este aumento en las cotizaciones no es suficiente estará acompañado de la rebaja de las pensiones. El Gobierno llevará su propuesta a la mesa de diálogo social que se celebra el próximo lunes. Veremos entonces si la medida que tiene que aprobarse antes de que termine el año cuenta con el respaldo de sindicatos y patronal.