Las clásicas notas numéricas y los exámenes extraordinarios de junio dicen adiós en Educación Secundaria Obligatoria (ESO), que da la bienvenida a dos nuevas asignaturas: digitalización y emprendimiento. Con el nuevo curriculum Lomloe aprobado la semana pasada por el Consejo de Ministros, la promoción de los alumnos no vendrá determinada por el número de suspensos, ya que la decisión quedará en manos del equipo docente que decidirá en función de si el alumno tiene "expectativas favorables de recuperación". En todo caso, promocionarán quienes hayan aprobado todo o suspendan una o dos materias.
Al igual que en Bachillerato, las novedades entrarán en vigor el curso que viene en los cursos impartes (1º y 3º de la ESO) y el curso 2023-2024 lo hará en los pares (2º y 4ª). El nuevo currículo de ESO será más práctico, pondrá coto a las altas tasas de repetición y el número de suspensos no determinará si se pasa de curso, sino que la decisión final estará en manos del equipo docente. Los resultados se expresarán en los términos de Insuficiente (IN); Suficiente (SU), Bien (BI), Notable (NT), o Sobresaliente (SB).
Religión no contará para la media
Todo el alumnado estudiará Educación y Valores Cívicos. En cuanto a la Religión, los centros deberán ofertar esta materia pero será voluntaria para los alumnos. Además, las calificaciones no contarán ni para la nota media académica ni para aquellas convocatorias que la pidan, como es el caso de la solicitud de becas. Tampoco tendrá "asignatura espejo", con lo que aquellos alumnos que no elijan cursar Religión recibirán "la debida atención educativa".
Esta atención, según el texto aprobado, "se planificará y programará por los centros de modo que se dirijan al desarrollo de las competencias transversales a través de la realización de proyectos significativos y relevantes y de la resolución colaborativa de problemas, reforzando la autoestima, la autonomía, la reflexión y la responsabilidad". Una de las novedades que recoge el documento es que las comunidades autónomas podrán incorporar en 4º de la ESO las lenguas de signos con el objetivo de "reforzar la inclusión".