"Seguir haciendo lo que hasta ahora no funciona porque, si dejamos ciertas cuestiones, y además cuestiones importantes, al albur de la buena voluntad, pasa lo que estamos viendo: que nos olvidamos de la solidaridad o que algunos solo se acuerdan de ella cuando sacan beneficio económico. Y la llegada y el reparto de menas son cuestiones que debemos afrontar de forma coordinada y mejor pronto que tarde. Guste o no, está sucediendo y girar la cara para no ver el problema no va a hacer que éste desaparezca.
Somos mejores y más fuertes cuando tendemos la mano, sobre todo porque la vida es así de caprichosa y en pleno auge de ciertos discursos del odio, esos mismos están celebrando la Eurocopa y coreando los goles de un joven de 16 años que se llama Lamine Yamal y que es hijo de migrantes".