España-Chile, un partido en clave bidasotarra

La selección española y la chilena afrontan esta tarde la segunda jornada de la fase preliminar del Mundial de Polonia y Suecia (20:30 horas, Teledeporte). Un choque que contará con un jugador del Bidasoa Irun sobre la pista, el capitán chileno Rodrigo Salinas; pero hasta cinco exbidasotarras, como son los casos de Kauldi Odriozola, Iñaki Peciña y el seleccionador Jordi Ribera por parte de la selección española; y Esteban Salinas y el técnico Aitor Etxaburu, por parte del combinado sudamericano.

Ambas escuadras llegan en momentos opuestos, si se puede sacar semejante conclusión con solo una sola jornada. El combinado que dirige Ribera superó contra Montenegro las adversidades iniciales habituales en los primeros minutos de este tipo de campeonatos y se embolsó con solvencia dos puntos (30-25).

Con el debut mundialista de Imanol Garciandia e Iñaki Peciña desde el inicio, y la salida del zumaiarra cuando Ribera dispuso un cambio de defensa (del 6:0 al 5:1, con Odriozola avanzado), la selección española, entre las aspirantes a medalla, contó con tres guipuzcoanos por primera vez desde 2008, donde en el Europeo de Noruega coincidieron Julen Aginagalde, Jon Belaustegi y Asier Antonio.

Chile, por su parte, apuntaba a ejecutar un guion similar al español, pero cuando con 23-20 todo parecía que no se le escaparía la victoria, el guardameta de Irán Mohammad Siavoshi desbarató los planes de los de Aitor Etxaburu, que afronta su primer gran campeonato en el banquillo latinoamericano. Final con 24-25, en el que el bidasotarra Rodrigo Salinas marcó dos goles y que complica sobremanera el gran objetivo de superar la fase y acceder a la Main Round.

Exbidasotarras en liza

Ambas selecciones están lideradas desde los banquillos por dos exentrenadores del Bidasoa. El primero en asumir el banquillo irundarra fue Jordi Ribera, que siendo entrenador del Gáldar canario, acudió a la llamada del club guipuzcoano para dirigir al equipo en la delicada fase de descenso de la temporada 1998/1999. Contribuyó a conseguir la salvación y retomó su puesto en Canarias, de donde volvería a Irun en el año 2003, aunque meses más tarde sería cesado. En 2004 comenzó su periplo latinoamericano en Argentina, de donde saltó a Brasil. La progresión de ambas selecciones no se pueden entender sin su mano.

Reducir las distancias con ambas es lo que persigue Chile y así se explica la llegada de Aitor Etxaburu. Hasta junio había sido entrenador del filial bidasotarra, IlCapo Hondarribia Bidasoa, en la tercera categoría del balonmano estatal y con clara vocación formadora.

Este trabajo ha sido junto a la propia trayectoria del técnico una de las claves para que la Federación Chilena le ofreciera en julio al exinternacional y campeón de Europa con el Bidasoa, y exentrenador de Anaitasuna o Bera Bera, liderar un trabajo de captación y metodología más allá de dirigir la absoluta. Un trabajo de largo alcance que irá más allá de la tarea concreta en este Mundial. Pese al traspiés contra Irán.

En juego Además de los dos técnicos, habrá más exbidasotarras en la cancha. Por la selección española, dos: Kauldi Odriozola (en Artaleku entre 2015 y 2022, hoy en Nantes) e Iñaki Peciña (salió de Irun en 2010; ahora en Chambéry); y por parte de Chile, otro exbidasotarra como Esteban Salinas, hermano del capitán chileno, jugador del Bidasoa Irun entre 2018 y 2020, y hoy en las filas del subcampeón de Asobal, el Fraikin Granollers.

Los dos chilenos son, además, dos de los jugadores que engrosan la nómina de integrantes de la Liga española en la cita mundialista. Frente a la selección española, con un solo jugador en la Liga Asobal (Gonzalo Pérez de Vargas, Barça), el combinado andino cuenta con hasta siete jugadores en la competición liguera, la tercera que más balonmanistas aporta al Mundial con 57, después de la Bundesliga (90) y la Liga francesa (61).

En el otro partido del grupo A, que también se disputará en el Tauron Arena de Cracovia, Montenegro buscará sus dos primeros puntos contra Irán (18:00 horas).