La selección española masculina de fútbol remontó (1-2) a la de Marruecos este lunes gracias a los goles de Fermín y Juanlu Sánchez en la segunda parte del Estadio del Vélodrome, para sacar el billete a la final de los Juegos Olímpicos de Paris 2024.
España aseguró otra medalla llegando a su segunda final consecutiva, en busca del segundo oro de su historia tras el de Barcelona '92, en un complicado encuentro en Marsella donde Marruecos enseñó bastante calidad y se adelantó de penalti con el 1-0 de Rahimi en el minuto 37.
Los de Santi Denia mejoraron en el segundo tiempo y llegaron los goles de nuevo con Fermín como protagonista.
Marruecos sale a morder
Del primer tiempo, el equipo de Santi Denia apenas pudo sacar algo positivo. España no fue un equipo reconocible, apenas protagonista unos minutos truncados encima por el 1-0 de Marruecos. El conjunto africano saltó intenso a morder en cada jugada e incluso se animó a presionar arriba, con muchos jugadores en buena nota.
No sólo en morder y apretar fue mejor el rival, la calidad que salió a relucir fue la de Richardson, Ben Seghi, Ilias Akhomach, Rahimi y Abde, mucho más que hombres clave en España. Con el apoyo mayoritario de la grada marsellesa, la selección africana llegó a zona de peligro desde distintos flancos con facilidad.
Los de Denia trataron de calmar los ánimos, ni el parón por la lesión del árbitro ayudó, pero no fue capaz de enganchar el balón hasta el minuto 20. Fermín tuvo un par de ocasiones y el guion parecía cambiar con más balón, pero un error en forma de penalti de Pablo Barrios le valió a Marruecos para poner el 1-0.
El tanto de Rahimi sirvió a los de Tarik Sektioui para volver a mandar repletos de energía en busca de la primera final de su historia. En el largo descuento, de nuevo asomó España con una buena ocasión de Baena, pero fue el paso por el vestuario lo que sirvió a la 'Roja' para recuperar su idea e intenciones sobre el césped.
La entrada de Miguel Gutiérrez, Adrián Bernabé y Juanlu también ayudó, frenando algo las bandas del rival. Se igualaron las fuerzas e incluso España empezó a tener más presencia, más dominio ante una Marruecos desgastada de su entrega en el primer tiempo y sin esos recambios de calidad en su banquillo. Barrios entró más en juego, mientras Richardson hizo sudar a Arnau Tenas.
El partido entró en un ida y vuelta peligroso, pero el estado de gracia de Fermín apareció una vez más para España, cazando un balón suelto tras el intento de Bernabé, para hacer el 1-1 en el minuto 66. En vez de pensar en la prórroga, ambos equipos mantuvieron una actitud ofensiva y, en una asistencia de Fermín a la subida de Juanlu, llegó el 1-2 definitivo pese a la rebeldía Marruecos.