La Real Sociedad se impuso este lunes al Espanyol (2-3) en partido correspondiente a la 21ª jornada de Liga. El cuadro txuri-urdin fue muy superior hasta el minuto 75, cuando el gol de los pericos (momentáneo 1-3) cambió las tornas y dio paso al sufrimiento final. Antes, el equipo había merecido finiquitar el encuentro con una renta más holgada, gracias a un planteamiento paradójico: Imanol utilizó a sus interiores, Brais e Illarramendi, para obtener ventajas exteriores. Este es el análisis táctico del encuentro.
PUNTO DE PARTIDA. Con obligados cambios de cromos, el Espanyol repitió dibujo respecto al 1-1 ante Osasuna de la jornada anterior (en ausencia de Joselu, 4-4-2). La Real también dio continuidad al 4-3-3 introducido ante el Valladolid (Brais y Oyarzabal, novedades en el once).
El Espanyol, mediante ofensivas muy directas, arrancó con fuerza. En cuanto bajó algo ese ímpetu, se instauró este PANORAMA DE PARTIDO. Con puntas (Puado-Braithwaite) y extremos (Aleix-Melamed) muy recogidos, Diego Martínez dio prioridad a tapar dentro a la Real.
Se aprecia en esta captura de pantalla. Puado-Braithwaite tienen la misión principal de evitar el pase de Remiro o centrales a Zubimendi. Melamed-Aleix 'permiten' el inicio desde Barrenetxea-Rico para echar una mano a Vini-Darder con Brais e Illarra.
La Real se adaptó a la situación y, como su propio esquema (4-3-3) podía indicar, trató de hacer daño por fuera, aprovechando que el panorama general implicaba sobre el papel un mano a mano de Oyarzabal y Kubo con sus respectivos laterales.
La idea estaba clara y, a partir de ella, el míster debía plantear distintas fórmulas para hacer daño desde las alas. ¿Cómo lo intentó? Principalmente de tres modos. 1- SALIDA DE TRES: Zubimendi entre centrales, Oyarzabal-Kubo centrados para arrastrar a Oliván-Gil, Rico-Barrene proyectados.
Vemos ahora una réplica de la situación en formato captura de pantalla. Oyarzabal y Kubo han llevado dentro a sus marcas para generar esos espacios blancos en las alas, que tratan de aprovechar Rico y Barrenetxea (proyectados gracias a la ubicación de Zubimendi como tercer central).
2- BRAIS-ILLARRA GANANDO ALTURA. Surtieron más efecto las soluciones que implicaron utilizar a los dos interiores, Brais e Illarra. Con Sorloth fijando a los centrales Calero-Cabrera, mutrikuarra y gallego ganaban altura para atraer la marca de los laterales Gil-Oliván...
0-1: La situación descrita daba pie a buscar con diagonales largas al extremo que quedaba libre, Oyarzabal en la antesala del 0-1 marcado por Kubo.
0-2: Más allá de posibles cambios de orientación, la ubicación alta de Illarra y Brais, a la espalda de los pivotes locales y provocando dudas en los laterales, hizo mucho daño al Espanyol. Aquí recibe el 4 con Rubén (lateral en el segundo tiempo) muy adelantado. Marca Sorloth.
0-3: La acción del segundo gol no deja de ser una transición tras robo de Rico. El tercero, mientras, viene de una situación más trabajada aún, esta vez con Brais siendo decisivo. Recibe a la espalda del centro del campo perico, le salta Oliván y Kubo queda libre por fuera.
Y 3: BRAIS E ILLARRA CAYENDO A BANDA: Curiosamente, tal y como se explica en el punto 2, los dos interiores de la Real resultaron claves para hacer daño desde las bandas, circunstancia reforzada por este punto 3. Aquí tenemos a Illarra buscando la profundidad en el ala izquierda.
La Real utilizó a Brais y al de Mutriku para salir por fuera de la presión espanyolista, tanto en clave de desmarque agresivo como escorándoles fuera para recibir en el intervalo lateral-extremo y dar continuidad al juego.
Ensanchando al Espanyol o aprovechando sus fases de bloque estrecho para buscar a los extremos, la Real generó un contexto de clarísima superioridad en el que pudo generar desde espacios de todo tipo, tanto interiores como exteriores. Merecía una goleada más amplia... Pero el rival, que desde el descanso había pasado a jugar con un 4-3-3, a arriesgar en mayor medida y a ser más agresivo en la presión alta, consiguió volver al partido y generar emoción en los minutos finales.