La guerra comercial ha comenzado después de que el presidente de EEUU, Donald Trump, haya anunciado nuevos aranceles a productos chinos y esté utilizando estos gravámenes como medida de presión para que Canadá y México refuercen sus fronteras. ¿Cómo afectará esta decisión al resto del mundo? Lo hemos analizado en Onda Vasca con Txema Gutiérrez con distintos expertos.
Mikel Arieta-araunabeña, secretario general de la Cámara de Comercio de Bilbao, ha recordado que 137 empresas vascas están radicadas en EEUU y cientos tienen intereses comerciales en el país. Pese a que la Administración Biden no fue ajena a esta guerra comercial -también incrementó los aranceles a China-, Trump promete ir mucho más allá: "Es la antesala de una guerra comercial a nivel global y esto trastoca el intercambio de bienes y productos. Se habla de proteccionismo en EEU, pero hay que hablar también de proteccionismo en Europa".
Jaione Antoñana, miembro del equipo de Análisis y Gestión de Fineco Banca Privada Kutxabank, califica los aranceles como arma de doble filo: "EEUU no tiene la ventaja competitiva en todos esos bienes que necesita para producir en su economía y esto va a hacer que los directivos de las empresas tengan que tomar decisiones como o bien trasladar esa subida de precios que van a ir viendo en toda la cadena de producción al consumidor final, por tanto generando inflación, o bien tener que soportar en su balance estos mayores costes, a costa de los márgenes empresariales. Es decir, o menos beneficios empresariales o mayor inflación". Esto, a su vez, podría llevar a la Reserva Federal a retrasar o, directamente, no realizar las bajadas de tipos con las que comenzó el pasado mes de septiembre.
Xabier Aja, analista económico del Grupo Noticias, pone el foco en lo siguiente: "No hay que olvidar que el capitalismo anglosajón trasladó sus fabricas a China y Méxino para conseguir costes mas baratos y aumentar el beneficio. Esto ha producido un shock en la sociedad americana. La clase trabajadora a la que le han prometido el ideal de que si trabajas duro, 50 ó 60 horas a la semana, puedes sacar familia adelante, está viendo que no es así, porque las fábricas, que son las que mejor pagan, y no el turismo, se han trasladado".