Técnicos y especialistas en accidentes mineros han visitado el interior de la mina de Cerredo para inspeccionar la zona en la que el pasado lunes 31 de marzo se produjo una fuerte explosión, al parecer por la presencia de gas grisú, que acabó con la vida de cinco trabajadores y dejó heridos de gravedad a otros cuatro.
Los técnicos ya habían accedido al interior de la mina el mismo día del siniestro, pero este martes han regresado con más medios y durante seis horas han hecho una inspección más detallada para tratar de recabar datos que ayuden a determinar las causas de la explosión en esta mina, situada en el concejo de Degaña, en el extremo suroccidental asturiano, en el límite con León.
La investigación ha sido asumida por la Policía Judicial de la Guardia Civil, que cuenta con el apoyo de la unidad especializada en incendios y explosiones con base en A Coruña, la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa y técnicos de minas, que tienen previsto hacer más visitas en los próximos días, según han apuntado desde la Consejería de Transición Justa, Industria y Comercio del Principado de Asturias.
La principal hipótesis de la fuerte explosión es la presencia de una bolsa de grisú, un gas compuesto principalmente por metano que puede encontrarse en las minas de carbón y que provoca explosiones sin previo aviso, al carecer de olor, aunque existen detectores y su peligrosidad puede paliarse con sistemas de ventilación siempre que funcionen correctamente.
Pesquisas en torno a la actividad de la empresa
Las pesquisas buscan esclarecer el motivo de la deflagración, ya que las explosiones de gas grisú no se producen "de manera instantánea o natural", según ha advertido este martes a pie de la explotación el ingeniero técnico de minas y responsable de Salud Laboral de la Federación de Industria de CCOO de Asturias, Javier Vázquez.
La cuestión ahora es dilucidar si la actividad de la empresa al frente de la mina, Blue Solving, se ajustaba a las licencias concedidas y si, además, cumplía con todas las medidas de seguridad.
Blue Solving tiene desde el pasado verano una licencia para investigar en el nivel uno de la mina de Cerredo usos minerales para hacer grafito, y otra para recuperar viejas estructuras y chatarra en el nivel tercero de la explotación, en el que tuvo lugar la explosión, pero en ningún caso tenía permiso para explotarla para sacar carbón.
La delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, ha remarcado que la Guardia Civil lleva "desde el primer minuto volcada" en la investigación y se ha mostrado "convencida de que pronto" se conocerán las causas del siniestro.
Lastra ha insistido en que "está claro" que hubo una explosión de grisú y que lo que hay que averiguar es "qué la provocó".
Las pesquisas deberán "descubrir" si la empresa estaba realizando los trabajos para los que tenía autorización o si, por el contrario, "estaba haciendo otra cosa", ha dicho Lastra, quien ha recordado que las diligencias judiciales están bajo secreto de investigación.
Refuerzo del Juzgado
La apertura de diligencias recayó sobre el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción único de Cangas del Narcea, partido judicial al que pertenece Degaña, y que próximamente podría ser reforzado para hacer frente a la causa, algo que ya ha sido solicitado por el Gobierno del Principado.
El propio Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) ha solicitado al juzgado un informe en el que valore la necesidad de medidas de refuerzo tanto en el ámbito personal como material.
Por su parte, CCOO se ha sumado hoy a los anuncios realizados días atrás tanto por el Gobierno del Principado como por UGT al avanzar que también se personará como acusación particular en la causa.
Evolución de los heridos
De los cuatro trabajadores que resultaron heridos en la explosión, ha recibido el alta el que estaba ingresado en el Hospital de León.
Aun permanecen hospitalizados otros tres mineros, uno en el Hospital El Bierzo y otros dos en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), que evolucionan favorablemente.