Cada nuevo libro sirve para cerrar una etapa de la vida y abrir otra. “Mis publicaciones son algo terapéutico. Sirven para empezar de cero. Es duro pero ya he tenido cuatro metamorfosis con esta”, dice con una sonrisa el escritor vitoriano Jorge Girbau Bustos a la hora de referirse a Pangea (Amargord Ediciones). Eso sí, el autor sabe que esta última referencia tiene un peso específico dentro de su camino creativo. “Este libro es una revolución literaria para mí, me ha cambiado muchas cosas”.
Ahora es el momento de los lectores, más allá de que el autor, como apunta siempre, tiene claro que “los escritores escribimos los libros y los dejamos ahí”. Con todo, en estos primeros pasos del poemario, toca acompañarlo. Sucederá en breve tanto en Bilbao como en Madrid, aunque la presentación oficial de Pangea -que cuenta con prólogo de Miguel Ángel Curiel y epílogo de Ana Jarque- va a tener lugar este viernes a partir de las 19.00 horas en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa. Allí, junto al creador, estarán el editor Chema de la Quintana y la escritora Laura Fernández Goldaracena, así como Itziar Rekalde (que mostrará su faz de rapsoda) y el músico Jaime Yakaman. Junto a todos ellos, los presentes se adentrarán en los entresijos de una obra cuya portada es obra del escultor Jorge Girbau, un texto que arranca con un primer poema más que significativo.
Desde un “espíritu crítico y contestatario”, el autor se sirve de la imagen de ese continente que unía todas las tierras emergentes para hablar del hoy, de un presente en el que la desunión es la característica predominante. “Estamos muy alejados los unos de los otros, y de ahí también el primer poema, porque viendo la situación política y social que tenemos, he querido ser valiente y decir que debemos ser menos egoístas y más humanos”.
En un libro “más maduro”, él busca “mi voz crítica con la sociedad”. Así, “con este poemario quiero dar un golpe” sobre la mesa, pero no contra nada o nadie. Es más “un llamamiento para unirnos todos como antes de la pandemia”, una invitación “a ser valientes para empezar algo nuevo”. Así se va desgranando en un libro en el que se recogen poemas realizados entre 2018 y 2022, una época también coincidente con la aparición del covid, aunque “no hay textos pandémicos”, más allá de que sí se vean reflejadas las situaciones sociales que se han derivado de ella. Con todo, la obra apela al positivismo. “Aunque utilizo palabras y hechos a veces fuertes, al final trato de tener una esperanza en la resurrección del hombre como tal”.
De puertas hacia dentro, el escritor (www.girbaubustos.com) subraya que el poemario supone para él asentar y madurar sus formas de trabajo, más allá de que su manera de escribir siempre parta del hecho de no repetir terminaciones. “Está bien ser poeta, está muy bien pero hay que saber cuidar la poesía. Es algo que los mismos poetas desconocen”, describe. Él, por su parte, no para. Ya tiene entre las manos su próxima referencia. “Será completamente diferente. Y seguro que será otra revolución literaria para mí”. Pero eso ya llegará. Pangea pide paso ahora.