Usted deja la primera línea de la política tras una trayectoria muy ligada a los derechos humanos. En su despedida del Parlamento Vasco, vio cómo se aprobaban tres leyes en ese sentido, entre ellas, la reforma de la Ley Trans. ¿Se va con los objetivos cumplidos?
Me voy satisfecho, en lo político, lo colectivo y lo personal. Mi última intervención en tribuna tuvo lugar en un día muy importante porque se aprobaban tres leyes de contenido social, y en dos de ellas participé directamente, la de Cooperación y la reforma de la Ley Trans. Más de 200 personas fueron a ver el debate porque esas leyes les impactaban en su vida diaria, tanto la Ley de Infancia, como la reforma de la Ley Trans y la de Cooperación. Y se aprobaron con amplísima mayoría y acuerdo con todo el sector social. Fue el broche de oro a 15 años de actividad parlamentaria.
Al igual que usted, también el lehendakari Urkullu deja la primera línea de la política. ¿Le ha llegado la hora a toda una generación de dirigentes del PNV de dar ese paso atrás?
En este país hay muchos espacios en los que trabajar por los derechos de las personas y Euskadi. Yo, que llevo desde los 16 años en política, no me imagino abandonando la política. Voy a seguir siendo un militante activo del PNV. Estoy seguro de que no se va a apartar a nadie ni se trata de sustituir a una generación por otra. Se trata de hacer un proyecto con experiencia, pero incorporando savia nueva.
No se imagina dejando por completo la política. ¿Dónde se imagina que estará en los próximos meses?
No he tenido tiempo de imaginarlo, porque ha sido disolverse el Parlamento y comenzar los trabajos de la campaña. En todo caso, sigo siendo un militante activo y así va a seguir siendo en el sitio que me toque, en mi organización municipal, o en lo que sea. Ni me voy del país ni me jubilo.
Las encuestas reflejan un empate entre PNV y EH Bildu. ¿Es mérito de EH Bildu, o es demérito del PNV por no haber podido movilizar a parte del electorado tras la pandemia?
El covid y la invasión de Ucrania han provocado un retraimiento y han afectado a todos los partidos de gobierno en Europa. No creo que sea demérito del PNV. Evidentemente, cuando toca gobernar, sobre todo en tiempos de crisis, hay cosas en las que se acierta, y otras a las que las circunstancias no permiten hacer frente. Pero el balance de la gestión del lehendakari Urkullu es altamente satisfactorio. Se ha cumplido el programa y se ha gestionado con solvencia. En el Parlamento, ha sido la legislatura más productiva de las cuatro que he conocido, con alrededor de 60 leyes aprobadas y, a pesar de tener mayoría absoluta, un 80% tuvo el concurso de la oposición. Bildu está arrastrando cierto viento de cola de la normalización, del blanqueamiento, de ser una organización ligada a una historia de violencia, terror, persecución; y luego eso desaparece, se normaliza el país, y la necesidad de apoyos del Gobierno español ha acelerado el blanqueamiento de Bildu cuando todavía en algunos aspectos tiene deudas pendientes.
¿Y cómo se puede movilizar a la militancia si se ha perdido el temor a que Bildu gestione? La propia Bildu está haciendo una campaña con un perfil más bajo o más bien proyectando centralidad, reuniéndose con el president Aragonès, con la ministra principal de Irlanda del Norte…
EH Bildu pretende ganar al PNV convirtiéndose en el PNV. Pero es una labor de puro aggiornamento. A EH Bildu no le interesa que la sociedad vasca vote mayoritariamente. Sabe que su votante de las últimas elecciones está activado y no pretende que el resto de los ciudadanos se activen. Está más cómoda en que la gente se mantenga en la abstención. La clave está en hacer ver a la gente que nos jugamos dos modelos: el modelo del PNV, contrastado durante años de defensa de los intereses de Euskadi, gestión rigurosa, y gestión de la riqueza para mantener unos servicios públicos potentes en los primeros niveles de Europa; o un modelo del populismo, de las promesas grandes pero sin concreción y sin contraste, y el único contraste que tenemos son los cuatro años de experiencia de gobierno en la Diputación de Gipuzkoa que fueron autoritarismo, imposición, y falta de diálogo con los partidos y sectores sociales. La gente que se quedó en casa, cuando vea que el bienestar está en cuestión, saldrá a votar y renovar su confianza en este PNV de siempre pero renovado.
¿Cree que Bildu quiere adormecer la campaña porque le beneficia?
Sin duda. EH Bildu no quiere que toda esa gente que se quedó en la abstención vuelva a revalidar su confianza en el PNV. Claro que EH Bildu no quiere que la ciudadanía vasca acuda a votar de forma mayoritaria. Se conforma con mantenerse en niveles de las anteriores elecciones para sentirse fuerte en la debilidad, en una situación de menor participación.
A finales del año pasado, EH Bildu votaba en contra de las leyes de Salud, Educación, Empleo… Pero se ampara en su apoyo a leyes como la de Transición Energética o Infancia para decir que apuesta por los acuerdos. ¿Cree que le ha brotado en puertas de las elecciones?
Es evidente que hemos vivido en el Parlamento una especie de modulación de las actuaciones de EH Bildu. En el inicio de la legislatura fueron implacables. En lo peor de la crisis del covid y del derrumbe de Zaldibar, su actitud fue de absoluta utilización partidista de las desgracias. Mientras tanto, daba gratis et amore su apoyo al Gobierno español, al menos públicamente porque no sé si por debajo había otros acuerdos con Sánchez. Pero es verdad que en el tramo final, en algunas leyes, Bildu votó a favor, pero Elkarrekin Podemos también y, en algunos casos, el PP. Pero toda su actuación en estos cuatro años ha sido un mero cálculo electoral tras otro.
¿No le preocupa que pueda quedar la sensación de que es el PNV el que no quiere formar gobierno con Bildu? ¿Y que no se entienda que el PNV vea posible acordar un nuevo estatus pero no gobernar juntos?
Si usted escucha las valoraciones que hace EH Bildu de las políticas del PNV, todo está mal y parece una pintura de la etapa negra de Goya. Con ese diagnóstico, es difícil acordar políticas para gobernar. Quien no ha querido acordar hasta ahora, incluso en la Ponencia de Autogobierno porque quien se descolgó fue Bildu, justo ahora en precampaña presenta una cara inmaculada. Es poco creíble.
Cuando el PNV le reprocha a Bildu sus cambios de criterio sobre el autogobierno, que hace unos días en Irlanda marcara como hito el año 2030 y ahora apueste por trabajar un nuevo estatus desde 2024, ¿quiere decir que no encuentra su sitio en el debate del autogobierno?
Quiere ser una copia del PNV. Demonizando al PNV no tiene posibilidades de ampliar su base social. Y no es que Bildu no encuentre su sitio: tiene que dejar un sitio en el que ha vivido que es muy injustificable por su oposición a los proyectos que han generado riqueza en este país. Pasar de ahí a otra actitud es complicado. Ahora se presenta como un partido casi centrista e intenta apropiarse del nuevo estatus, con el cual el PNV está comprometido desde hace tiempo.
Otegi dice que el estatus tiene que responder a la mayoría social vasca, que cree que es soberanista y de izquierdas. Dice que hay consensos entre PNV, Bildu y Podemos. Ahí no aparece el PSE. ¿El PNV estaría dispuesto a dejar al margen al PSE?
El PNV va a proponer retos ambiciosos, pero con garantía de éxito. El PNV no está dispuesto a generar frustración en la sociedad vasca y proponer vías que de antemano sabe que no tienen condiciones para materializarse. El PNV propone un acuerdo entre diferentes, porque es la única forma de que tenga garantías. Si fuera tan fácil como lo plantea Otegi, ¿qué está haciendo ahora que, según ellos, son socios preferentes de Sánchez? Ni lo han puesto sobre la mesa.
El PNV tiene un acuerdo de investidura donde Sánchez se compromete a negociar sobre el reconocimiento nacional, bilateralidad..., pero el ministro Bolaños, en un acto de precampaña del PSE, dijo que los socialistas no estarán en cuestiones identitarias. ¿No es contradictorio?
También decían que de amnistía nada, y esta misma semana el Congreso aprobaba una Ley de Amnistía. En campaña se dicen muchas cosas.
¿Hay elementos ultras en la Ertzaintza como dice EH Bildu?
Lo que tengo claro es que la Ertzaintza es una institución fundamental del autogobierno, por la que el PNV ha luchado durante décadas, primero para su consecución en el Estatuto y, segundo, para su fortalecimiento cuando soportó el acoso terrorista. En eso va a seguir el PNV, en la defensa de la Ertzaintza como Policía pegada al pueblo, que mejora cada día. Es el modelo policial que está en este país, el que comparte la mayoría de los y las ertzainas. Que, como en todas partes, puede haber elementos que no comparten ese modelo, e incluso puede haber infiltrados de otros intereses identificados con la extrema derecha, por supuesto. Sería ilusorio pensar que en un colectivo de 8.000 personas no los va a haber. Pero el objetivo compartido es que protejamos ese modelo frente a las campañas de desprestigio y los ataques a la Ertzain-tza que conocemos sobradamente.
¿Le preocupa que Eneko Andueza diga cada vez con mayor claridad que está dispuesto a recibir los votos de EH Bildu para ser lehendakari?
(Ríe) Pues no. Es política ficción y Andueza lo sabe. Tiene que sacar la cabeza en la lucha entre PNV y Bildu. Puedo ver a Bildu haciendo muchas cosas en su obsesión por desgastar al PNV y ha tragado con muchas ruedas de molino, pero esa me parece demasiado indigesta para sus votantes.
Bildu estudia eliminar la desgravación fiscal por la compra de vivienda. ¿Eso es de izquierdas?
No sé si es de izquierdas o derechas, es contrario a los intereses de la ciudadanía, y no de los ricos y las grandes fortunas, sino de mucha gente trabajadora que puede acceder a la vivienda en parte gracias a la deducción por adquisición y alquiler. Sería un error político, una injusticia y sería malo para garantizar el derecho a la vivienda. Imanol Pradales se ha comprometido a mantenerla.
Si PNV y PSE sumaran menos que EH Bildu, Sumar y Podemos, ¿el PNV pediría su apoyo al PP?
Es un ejercicio de política ficción…
Está en el aire la posibilidad de que se repita la fórmula de Gipuzkoa, con la diferencia de que el PP no daría ahora su apoyo gratis...
Nuestra alternativa saldrá reforzada de las elecciones, eso no se va a dar.
Parece que se ha estrechado el margen de las alianzas, porque Miren Gorrotxategi ya ha dicho que Podemos apoyaría a Otxandiano, y Sumar no apoyaría a Pradales.
Está por ver que Gorrotxategi sea parlamentaria. Pero esa circunstancia que usted dice no se va a dar.