El huevo es el alimento más completo de la dieta mediterránea por su alto contenido en proteínas, vitaminas y minerales; además, tiene una gran cantidad de agua y pocos hidratos de carbono, por lo que resulta también muy útil para ayudar a controlar el peso.
Además de su gran valor nutritivo, el huevo es un alimento exquisito y muy versátil, ya que lo puedes comer frito, cocido, revuelto, en tortilla, escalfado... Es un producto barato y muy fácil de preparar; también se suele usar como ingrediente en rebozados, postres y dulces o pasteles salados.
Como curiosidad, los huevos tienen un tamaño prácticamente estándar, similar al de una pelota de golf, y las gallinas ponen un huevo al día. Entre sus principales beneficios están su poder saciante y que conserva la masa muscular, protege el cuerpo de procesos degenerativos, favorece la salud ocular, regula los estados de ánimo, mejora la memoria y previene enfermedades cardíacas.
Mientras la clara del huevo concentra la mayoría de la vitamina B y de la proteína (4 gramos frente a los 2,7 de la yema), la yema es una poderosa fuente de vitaminas A, E, D y K, y de minerales como magnesio, potasio, selenio, zinc, fósforo y hierro. La yema, además, es rica en grasas, 4 gramos por huevo, y 2,5 gramos de ellas son insaturadas. Estas grasas producen colesterol bueno en la sangre (HDL) y reducen el malo (LDL). Además, el huevo es una buena fuente de ácidos grasos Omega-3 y de lecitina, que reduce la absorción del colesterol y evita que se deposite en las arterias.
En cuanto a su aporte energético, el huevo supone solo 70 kcal por unidad, por lo que es una buena opción para mantener el peso a raya.
Objeto de controversia
En los últimos años, la relación entre el consumo de huevos y el colesterol ha sido con frecuencia objeto de debate. Sin embargo, la Fundación Hipercolesterolemia Familiar sostiene que las evidencias científicas más actuales permiten desterrar definitivamente el infundado mito de que la ingesta moderada de huevos aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Esta entidad sostiene que las recomendaciones establecidas para el consumo de huevos son hasta 7 unidades a la semana para la población sana en general y de 3 a 4 a la semana para las personas con el colesterol alto. Este consumo debe formar parte siempre de una dieta equilibrada donde primen los productos frescos como las verduras y los granos integrales.
Expertos de la Heart Fundation en su documento Huevos y colesterol señalan que lo preocupante no son los huevos, sino los alimentos que suelen acompañarlos como carnes procesadas (salchichas o bacon), sal o pan blanco.
Lo cierto es que no todas las personas necesitan consumir la misma cantidad de huevos: quien consuma poca carne o pescado, puede comer más huevo para obtener la proteína necesaria; quien haga mucho ejercicio físico, puede consumir también más huevo, sobre todo claras que son muy ricas en proteínas; y, en el caso de quien tenga sobrepeso, deberá limitar la cantidad de yemas, al ser la parte más grasa del huevo.
Las personas que presenten algún tipo de afección médica, como enfermedades del corazón o diabetes, deben seguir las recomendaciones que les hagan sus médicos o dietistas.
Precauciones
- Desechar los huevos con la cáscara rota o agrietada.
- Conservarlos siempre en la nevera.
- Respetar su fecha de consumo preferente.
- No lavarlos nunca.
- No comerlos crudos ni poco hechos.
- Lavarse bien las manos y limpiar los utensilios con los que se manipulan los huevos crudos.
- Mantener refrigerada siempre cualquier preparación con huevo.