Cada vez es mayor el tiempo que las personas están delante de una pantalla. Ya sea una de televisión, el ordenador, el teléfono móvil e incluso los relojes inteligentes, los ojos están diariamente expuestos a la luz que emiten este tipo de dispositivos.
Este uso cada vez más prolongado, puede acarrear diversas alteraciones oculares, extraoculares y visuales en el ojo humano. Denominados como Síndrome Visual Informático o SVI, estas consecuencias generadas por pasar un periodo de tiempo extenso delante de las pantallas de forma incorrecta puede reducirse o, en caso de hacerlo correctamente, evitarse si se hace de forma correcta.
Para no sufrir alguna de las consecuencias y evitar perjudicar la salud ocular, es primordial conocer a qué distancia hay que situar una pantalla según sus pulgadas.
Alteraciones oculares por el uso incorrecto de las pantallas
Como bien se ha mencionado previamente, el Síndrome Visual Informático se genera debido a permanecer durante un periodo de tiempo prolongado delante de una pantalla de forma incorrecta. Es decir, a poca distancia o sin hacer descansos, entre otros. Esto puede generar alteraciones visuales, tanto a corto como largo plazo, como las siguientes:
- Astenopia: este el el término utilizado por los médicos para referirse a los generados por un excesivo esfuerzo visual, que incluyen la fatiga ocular, ardor y picor de ojos o dolor de cabeza.
- Visión borrosa: un uso extendido de pantallas colocadas a una distancia menor de la recomendada puede generar dificultad para enfocar y visión borrosa.
- Ojo seco: con el paso de las horas y la exposición a la luz de las pantallas, el ojo tiende a secarse por pérdida de humedad, provocando sensación de arenilla, irritación o lagrimeo.
- Alteración del parpadeo: relacionada con la anterior, un ojo seco provoca un mayor número de parpadeos, lo cual puede provocar otros efectos.
- Visión doble: también llamada diplopía, significa ver todo de forma duplicada
- Ceguera transitoria: esta efecto secundario no es muy común, pero puede generarse debido al cansancio de los fotopigmentos situados en la retina
- Forzar la vista a largo plazo puede acarrear el envejecimiento prematuro de la retina y pérdida de visión.
- En la zona exterior del ojo también se puede crear cefalea, cervicalgia, lumbalgia o tendinitis, entre otros.
Distancia correcta entre los ojos y la pantalla
Para evitar todas estas alteraciones oculares, los expertos recomiendan no hacer un uso excesivo de las pantallas y, en caso de hacerlo, situarlas a una distancia concreta según su tamaño para minimizar efectos secundarios. Para conocer a qué distancia debe situarse de la pantalla en casa, solo hace falta conocer las pulgadas de la pantalla y colocar el sofá o la butaca a la distancia que se recomienda a continuación:
Tamaño monitor | Distancia recomendada |
17" | Entre 50 y 70 cm |
19 a 21" | Entre 55 y 80 cm |
21 a 24" | Entre 60 y 90 cm |
24 a 27" | Entre 70 y 100 cm |
27 a 32" | Entre 80 y 110 cm |
32 a 35" | Entre 90 y 120 cm |
Ultrawide | Entre 80 y 100 cm |
Curvos | Entre 80 y 100 cm |
Consejos para prevenir la fatiga ocular
Además de mantener una distancia recomendada entre los ojos y la pantalla, estas últimas también se pueden configurar para que la luz emitida no sea tan dañina para la vista durante largas jornadas de exposición ante ella. Por ello, aquí van una serie de consejos para prevenir la fatiga ocular:
- Tecnología: las pantallas que han salido hace poco al mercado cuenta con tecnologías como 'Eye-Care', que están pensadas para cuidad la salud visual de los usuarios.
- Resolución: el mínimo recomendado en términos de resolución es HD o Full HD, pero por encima está la 4K. De esta forma, lo que aparezca en pantalla se va a ver mucho más nítido y no va a ser necesario tanto esfuerzo visual. Aun así, es necesario adecuarlo todo en términos de tamaño para no cansarse.
- Contraste: lo mismo ocurre con el contraste, el color o el brillo. Dentro del ordenador o televisión, hayq ue ajustar cada uno de ellos para ver todo de la forma más clara posible.
- Luz: la luz que hay en el ambiente también hay que tenerlo en cuenta. Es importante comprobar que no hay reflejos en la pantalla y los deslumbramientos directos, que pueden variar según el momento del día.
- Pausas: es recomendable realizar descansos de 15 minutos tras estar dos horas delante de una pantalla.