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Las manos, junto al rostro, son nuestra carta de presentación y llevarlas bien cuidadas e hidratadas dice mucho de nosotros; en ellas podemos ver reflejada nuestra personalidad e incluso nuestro estado de salud.
Las uñas tienen su función y, además de proteger los tejidos de los dedos, pueden arañar, cortar o desgarrar, por lo que es importante que se mantengan firmes y saludables. Conservarlas en buen estado te permitirá lucir unas uñas bonitas, que con tu manicura favorita se convertirán en unas uñas de infarto.
No basta con hacerse las uñas una vez y después relegarlas al olvido, sino que has de prestarles la atención oportuna. La frecuencia con la que debes hacerte la manicura va a depender de varios factores, como el ritmo de crecimiento de tus uñas, tu estilo de vida y el tipo de manicura que elijas.
Tipos de manicura
Los expertos señalan que si se trata de una manicura regular con limado, corte y esmalte simple, debes hacerla una vez a la semana o como mucho cada dos. Apuntan que este es el tiempo recomendado para mantener las uñas en buen estado, especialmente si te crecen rápido o si realizas actividades que puedan desgastar el esmalte, como escribir mucho o trabajar con las manos.
En el caso de que optes por una manicura con esmalte semipermanente, debes renovarla cada dos o tres semanas. Esta suele durar más tiempo sin descascarillarse, pero el crecimiento de las uñas puede hacer que se vean feas después de unas semanas, por lo que es recomendable hacer retoques o cambiar el esmalte en ese intervalo de tiempo.
Si tu manicura es con gel o acrílico, tendrás que volver a hacértela cada dos o cuatro semanas. Requiere un mantenimiento para evitar que se vean las raíces o para rellenar posibles huecos. Los diseños más sencillos pueden durar hasta cuatro semanas.
En cuanto a la manicura en uñas naturales (sin esmalte o con brillo), debes retocarla cada una o dos semanas. Aunque no uses esmalte, es importante mantener las uñas limadas, cortadas y las cutículas cuidadas para evitar problemas como uñas encarnadas o quebradizas.
Factores que influyen
Entre los factores que debes tener en cuenta a la hora de valorar cada cuánto tiempo debes hacerte la manicura están:
- Crecimiento de las uñas. Si tus uñas crecen rápido, es posible que necesites hacerte la manicura con más frecuencia.
- Estilo de vida. Si realizas actividades que desgastan el esmalte o dañan las uñas, como trabajar mucho con las manos, podrías necesitar hacer la manicura más seguido.
- Salud de las uñas. Si tus uñas son débiles o propensas a quebrarse, un cuidado regular puede ayudar a mantenerlas fuertes y saludables.
Paso a paso
Si eres de las que te apañas en casa, a continuación te ofrecemos algunos consejos para que tus uñas se mantengan impecables sin tener que recurrir a la manicura semipermanente.
En primer lugar, debes lavarte las manos y limpiarte las uñas con agua y jabón, ya que estas tienen aceites naturales que pueden dificultar la adhesión del esmalte. A continuación, lima las uñas siempre en la misma dirección, con movimientos suaves desde el borde exterior hacia adentro, para evitar estropearlas y que se vuelvan frágiles y quebradizas.
Tras limarlas, debemos pulirlas con una esponja pulidora para eliminar los aceites naturales de la uña. De esa forma le aportaremos luminosidad y eliminaremos pieles secas.
Muchas veces nos olvidamos de las cutículas y son parte importante de la uña. Aplícales un tratamiento exfoliante para retirarlas de la placa de la uña e hidrátalas con un buen aceite.
¡Y otra cosa importante!, no te olvides de darles a tus uñas una capa base nutritiva de alta calidad. Aplícala antes del esmalte para proteger y fortalecer las uñas y después, para proteger el esmalte.
Como conclusión, una buena rutina de cuidado de las uñas y cutículas te permitirá espaciar las manicuras sin comprometer la apariencia y la salud de tus uñas.