Somos conscientes de que solo tenemos un planeta y de que debemos cuidarlo porque de lo contrario las consecuencias serán muy negativas para todos. Un 70% de la superficie de la Tierra es agua, un bien imprescindible para la vida, por lo que es fundamental procurar que su estado sea óptimo.
Insecticidas, pesticidas y fertilizantes; antibióticos y fármacos; microorganismos patógenos, compuestos de origen orgánico, contaminantes térmicos y nitratos o fosfatos son algunos de los contaminantes más peligrosos del agua.
Sin embargo, también hay pequeñas acciones cotidianas que perjudican seriamente la calidad del agua y una de ellas es tirar el aceite de cocina por el fregadero. No solo es peligroso hacerlo en grandes cantidades, sino que la ligera capa de aceite que queda en la sartén después de cocinar y que enjuagamos en el grifo también es perjudicial.
Consumo de aceite
Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España, en el Estado se consumen anualmente unas 850.000 toneladas de aceite y se estima que pueden llegar a generarse unos 150 millones de litros anuales de aceite de cocina usado.
Tirarlo por el fregadero está considerado un acto contaminante por su fuerte impacto ambiental ya que, como apuntan desde el blog de la Universidad Politécnica de Valencia, un solo litro de aceite puede contaminar hasta mil litros de agua.
En España, este gesto puede estar sujeto a multas administrativas y sanciones y así lo establece la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular.
Según esta ley, dirigida a reducir el impacto negativo de los residuos en la salud humana y en el medio ambiente, tirar el aceite de cocina usado por el desagüe o a la basura ordinaria está considerado una falta grave que puede acarrear multas que van desde los 2.001 euros hasta los 100.000 euros.
En el artículo 108 de la ley se cataloga como falta grave "el abandono, incluido el de la basura dispersa, el vertido y la gestión incontrolada de cualquier tipo de residuos no peligrosos sin que se haya puesto en peligro grave la salud de las personas o se haya producido un daño o deterioro grave para el medio ambiente".
Si lo que dejamos fuera del contenedor o vertemos es un residuo peligroso, en el mismo artículo de la ley se cataloga como infracción muy grave y puede ser sancionado con multas que van desde los 100.001 euros hasta los 3.500.000 euros.
Consecuencias de verter aceite
El aceite tiene una naturaleza oleosa y, al ser arrojado por fregaderos, inodoros u otros elementos de la red pública de saneamiento y mezclarse con otras sustancias que discurren por las tuberías, además de contaminar, provoca atascos y malos olores.
Al mismo tiempo, dificulta y encarece las labores de depuración de las aguas residuales; si estas no se tratan correctamente son un grave peligro para la salud pública y ambiental.
Tirar el aceite de cocina por el desagüe terminará también formando una película en la superficie de ríos y lagos, lo que perjudicará seriamente a los seres vivos que los habitan.
Cómo deshacernos del aceite usado
Es fundamental tomar conciencia de cuáles son los métodos más adecuados para desechar el aceite de cocina usado, ya que aunque parezca algo insignificante, hacerlo mal puede resultar costoso y muy perjudicial para el medio ambiente.
En primer lugar, dejaremos que el aceite se enfríe y lo guardaremos, preferiblemente, en un envase de vidrio bien cerrado. Después, lo llevaremos a un punto limpio o lo depositaremos en un contenedor específico para este producto.
De esta forma, estos aceites se pueden reciclar y tener una segunda vida como biocarburantes, jabones, velas aromáticas, piensos o cosméticos, entre otros, lo que permite además reducir el uso de recursos procedentes de materias primas.
Al eliminar el aceite de la forma correcta, también estaremos luchando contra el cambio climático; los vertederos que contienen residuos biodegradables emiten gases de efecto invernadero, como el metano, un contaminante que hay que reducir.
Cómo detectar vertidos de aceite
Demostrar que alguien ha tirado aceite de cocina por el fregadero es un proceso complicado y, en la práctica, difícil de hacer con precisión en una vivienda particular. Sin embargo, en algunas situaciones se pueden tomar medidas para identificar los vertidos y, en caso de encontrar patrones reiterados o pruebas directas, imponer sanciones.
Por ello, en la práctica, las autoridades rara vez sancionan a una vivienda particular a menos que haya una causa evidente, como obstrucciones importantes repetidas en una zona específica o denuncias claras.
Aunque queda mucho por hacer, poco a poco, debido al impacto ambiental, las campañas de concienciación y los sistemas de recogida de aceite usado van calando en la población para reducir estos vertidos y promover una gestión adecuada de los residuos.