El euskera nunca deja de sorprender. Bien por su discutido origen, sus características gramaticales, curiosidades y mil aspectos más, no cabe duda de que es toda una mina de misterios. Por si fuera poco, de vez en cuando se van desgranando algunas de sus claves que, aunque puedan permanecer imperceptibles a ojos de muchos , son más que evidentes.
Existe, además, un aspecto que da pie a numerosos debates: la percepción de los hablantes para determinar qué sugieren sus diferentes términos, los cuales se relacionan con todo tipo de circunstancias y contextos.
La palabra más melódica
Gracias a la inteligencia artificial de Chat GPT, tenemos un recurso más con el que analizar todas y cada una de los secretos que oculta el euskera. De hecho, si preguntamos a esta plataforma digital, sus respuestas son realmente interesantes.
Es más, y aunque depende de la percepción individual, se puede fijar si una palabra es o no melódica a oídos del hablante. Dada esta subjetividad, hay un sinfín de respuestas, pero hay una concreta dada por la inteligencia artificial: ‘izarrak’, es decir, estrellas.
Dada su incalculable riqueza fonética, Chat GPT aclara que su cadencia y mezcla de sonidos puede representar cierta melodía. Asimismo, hay otra que esta herramienta aporta: ‘maitasuna’, que significa amor en nuestra lengua y que resulta bastante armoniosa.
Del mismo modo, tenemos otro término, muy conocido en euskera: ‘bihotza’. Esta palabra, cuyo significado es corazón, posee una pronunciación muy fluida y es unos sonidos más relajantes al mencionarla.
Misterioso origen
Algunas hipótesis apuntan a que el euskera habría nacido en el Cáucaso, concretamente en Georgia. Esta zona ubicada a caballo entre Europa y Asia, está repleta de vastos valles y escarpados montes, albergando un cóctel de lenguas, etnias y culturas diferentes entre sí.
Las investigaciones explican que el euskera sería muy próximo al daguestano y especialmente al georgiano, si bien no hay claras evidencias que liguen un modelo proto-euskérico y otro proto-caucásico. Sin embargo, hay dos grandes teorías al respecto.
La primera se basa en los flujos migratorios que tuvieron lugar en el pasado. De acuerdo con esta idea, los pueblos caucásicos se desplazaron en la antigüedad hacia la zona de los Pirineos. Dicho de otro modo, los vascos serían descendientes directos de estos emigrantes caucásicos.
La segunda teoría incide en una supuesta expansión proto-vasca en Europa tras la última gran glaciación, siendo el sur de Francia y el norte de la península ibérica los puntos de partida. En este caso, los caucásicos podrían ser los descendientes de estos antiguos vascos que emigraron al Cáucaso.
Otras curiosidades
Al margen de la ya mencionada, el euskera abarca muchas más particularidades y aspectos a tener en cuenta. Estos algunos de los más comentados y que pasan desapercibidos para la mayoría de los hablantes.
Sistema numérico
Un aspecto a seguir del euskera es su particular sistema numérico. Nuestro idioma se distingue de otros por una estructura vigesimal y no decimal. Es decir, alternando la palabra diez con múltiplos de veinte, conseguiremos el resultado de los números.
Dicho de otro modo: tras los 20 primeros, los siguientes se construyen combinando la decena con los anteriores veinte números. Y así sucesivamente hasta el 60, donde se vuelve a hacer lo mismo para llegar al 80.
Ni tilde ni género
El euskera no tiene un género claro en sus palabras. Por ejemplo, en el castellano, al poner un determinante artículo a una palabra, se diferencia según el género gramatical. Por eso se dice “la casa” o “el parque”. No obstante, en euskera sería “etxea” y “parkea”.
Por otra parte, las tildes no existen en este idioma, por lo que cada palabra tiene una pronunciación muy concreta.