Esta tarde el Paseo Nuevo de Donostia se reabre a vehículos y peatrones, luego de cinco meses cerrado. El cierre se ha debido a la necesidad de reforzar la ladera más inestable, según el Ayuntamiento de San Sebastián, donde "se habían producido desprendimientos de rocas que obligaron a colocar muros provisionales de hormigón".
En palabras de la concejala de Proyectos Urbano, Duñike Agirrezabalaga, "se han colocado 110 anclajes, unos de cable de 40 toneladas para coser y sujetar la ladera y otros sujetando la malla metálica en la ladera que evitará caídas de piedras".
A la obra, la cual ha contado con un presupeusto de 726.000 euros, le falta un último arreglo. "Solo queda pendiente la colocación de un par de bolardos junto al muro, que llegarán en los próximos días", ha señalado Agirrezabalaga. Este espacio estará vallado hasta su finalización.