Mañana se cumple una semana de la catástrofe generada por la DANA y aún es pronto para que la ciudadanía asuma la magnitud de la tragedia. "Estamos en fase de supervivencia, ya no solo por la vida sino por cubrir necesidades básicas", explica Alfonso Sáenz de Ibarra, psicólogo de Aita Menni. "Predominan las reacciones de estrés, de urgencia, de anestesia emocional y no ser conscientes de la realidad. Hasta que no volvamos a una mínima seguridad de dónde cobijarme o resguardarme, estar en contacto con la familia, sentirse a salvo…estamos en fases previas al duelo", explica. "Hasta que no se recuperen los cuerpos será difícil dar el siguiente paso", añade.
Es un momento, además, de incertidumbre que al principio puede darnos esperanza pero que al final es una "mala compañera de viajes largos. Cuando permanece, es tan pesado y tan costoso que es complicado", señala.
Junto a esto y aunque parezca extraño está la culpa de los que han sobrevivido. "Es un fenómeno que se describe cuando hay estas situaciones. No se sabe por qué pero probablemente sea un mecanismo que responda a esa impotencia, a la pregunta de si podíamos hacer algo para salvar a las víctimas", subraya.
Y no podemos olvidarnos de la rabia y el odio. Lo ocurrido el fin de semana en Paiporta es un claro ejemplo. "Es una reacción a la que se presta poca atención", señala. "Nos permite tirar para delante. La rabia da energía. Aparte del estrés y recuerdos desagradables, una reacción normal es la rabia y el odio. Se suele colocar en algún ente, persona o sitio. Cuando ocurre algo así que escapa a nuestro control. Lo saludable es que se vaya diluyendo", remarca.
Sobre todo esto y también sobre la necesidad de dosificar la información y desconectar para quienes no estamos en el terreno hablamos en este podcast.