"Tengo unas ganas enormes de que me llaméis un día y os pueda decir: Vamos muy bien. Parece que no hago más que llorar, pero te lo digo de corazón, cuando me llames la próxima vez, ojalá pueda decirte: Qué bien vamos". Son palabras de Javier Bagués, presidente del sector de ventas de AEGA, para quien, a pesar de sus deseos, el arranque de 2022 está siendo "muy difícil" porque sigue sin haber semiconductores, lo que conlleva el consabido retraso en la entrega de coches nuevos. Recuerda que ha sido "el peor mes de enero en la historia de Gipuzkoa". Los motivos son muchos y muy variados para explicar "esta tormenta perfecta" en lo negativo. Bagués habla de que las legislaciones cada vez son "más severas" para aquellos coches que no son híbridos enchufables eléctricos. Tampoco se olvida de la subida del 6,5% del IPC.
A pesar de todo, respecto al segundo semestre del año, pensando en 2023, Bagués se muestra "esperanzado". "Así lo tenemos que ver", considera. "Espero que el segundo semestre sea más optimista de lo que llevamos en 2022 y del 2021, que fue nefasto". Habla de "un año para olvidar" en lo que a ventas se refiere porque "2021 fue peor que el 2020. En 2020 tuvimos un confinamiento de dos meses y creímos que iba a ser la hecatombe, pero al final, entre ERTEs y demás, conseguimos salvar el año. 2021 fue nefasto. No solo fue el peor en cuanto a resultados económicos, sino en cuanto a todo: resultados comerciales, de calidad, de sensaciones, de insatisfacción. Los trabajadores estamos tensos y es complicado".
Las cifras estatales, generalmente hablando, no están siendo buenas, pero "en Gipuzkoa todavía están siendo peores", significa Bagués. "Las cifras, respecto a 2019, reflejan un caída de un 43% en las matriculaciones. Es una cifra espectacular y resulta escalofriante", califica