Seguro que hay algo o alguien, una persona, un animal, un objeto o una situación, que te provoca terror y no eres capaz de dar una explicación coherente de por qué sientes ese miedo irracional.
El miedo es una emoción muy primitiva que puede llegar a paralizarnos, una respuesta natural del cuerpo ante situaciones que nos resultan amenazantes. Pero, hay veces, que esa amenaza no existe, que es solo producto de nuestra imaginación y no somos conscientes de que no es real.
Para acabar con ese miedo irracional lo primero que debes hacer es identificar qué es aquello a lo que tienes miedo, saber que no eres el único que tiene ese temor, revisar qué pasa si te enfrentas a ese miedo y después pasar a la acción. Si está afectando a tu día a día y no eres capaz de superarlo solo, deberías buscar ayuda de un psicólogo.
Entre los miedos irracionales más frecuentes puedes llegar a encontrar alguno de los tuyos. Estos son:
1- A las arañas. Se llama aracnofobia. Hay en el mundo más de 40.000 especies de arañas y solo 30 de ellas son peligrosas. El porcentaje de que la que haya en tu casa pueda causarte algún daño es muy bajo.
2- A la oscuridad. Si nos remontamos unos siglos atrás, alejarse del fuego protector podía suponer caer en manos de los depredadores. Ahora, este temor se relaciona con atracadores y secuestradores, pero las estadísticas de criminalidad muestran que es un temor bastante infundado. Se conoce como nictofobia.
3- A volar. La explicación a la aerofobia es que si algo falla, tienes pocas posibilidades de sobrevivir. Sin embargo, hay pocos accidentes de avión y está demostrado que se trata del medio de transporte más seguro.
4- A los fantasmas. Las leyendas sobre espíritus son solo un simple miedo a lo desconocido. Es más fácil echar la culpa a un fantasma que buscar la explicación racional a un suceso al que en principio no le encontramos ninguna lógica. Se conoce como bogifobia.
5- Al agua. Se llama hidrofobia y quien lo sufre teme bañarse en el mar o en la piscina por temor a ahogarse. En los casos más extremos tienen incluso miedo a ducharse o a beber agua.
6- A la sangre. Quien sufre hematofobia tiene miedo a lugares, objetos y situaciones relacionadas con la visión de sangre, agujas y heridas, existiendo un historial de desmayos en casi el 80% de los casos.
7- A los espejos. Este miedo irracional a los espejos se llama eisoptrofobia y quienes lo sufren temen mirarse, reflejarse e incluso pasar por delante de ellos.
8- A los payasos. Se produce la paradoja de que alguien sienta miedo de unos personajes cuya misión es precisamente hacer reír. No tiene ningún sentido temer a este colectivo y la coulrofobia afecta especialmente a los niños.
9- Al polvo y a la suciedad. Se llama amatofobia y es muy incapacitante porque polvo y suciedad podemos encontrar en cualquier sitio.
10- A los tiburones. Por su tamaño, son unos animales que imponen mucho respeto. Tal vez la película Tiburón también ayudó a fomentar este miedo. Sin embargo, las probabilidades de ser atacado por un escualo es de una entre 11,5 millones, según el Museo de Historia Natural de Florida. Este miedo se conoce como selacofobia.