La primera reacción de un perro al conocer a otro es olerse el trasero. Esta parte del cuerpo segrega un olor particular a cada perro, por lo que se distinguen entre ellos mediante el olfateo. Es una zona muy importante ya que la salud de nuestros animales de confianza puede anticiparse de manera eficaz si estamos atentos.
Se sabe que los perros son muy propensos a arrastrar el trasero por todos lados. Esto no lo hacen para llamar la atención, para jugar o para descubrir otra curiosa manera de desplazarse. La razón puede ser por mero alivio al picor que pueden sufrir o por un tema grave de salud. Este movimiento que les alivia el escozor puede estar alertándonos de varias posibilidades, entre ellas problemas en las glándulas anales, obstrucciones anorrectales o parásitos internos.
Cachorro en el veterinario.
Glándulas anales
Las glándulas que tienen todos los perros se localizan fácilmente mirando el ano de nuestro can. Si pensamos que estamos mirando un reloj analógico, las glándulas estarían a las cinco y a las siete.
El líquido que se acumula en estas glándulas se segrega de forma natural cuando el perro hace heces o cuando se asusta, lo que provoca una contracción del esfínter. Si notas que estas glándulas son más grandes y más rojizas de lo normal, algo puede estar provocando una infección o un problema mayor. Si es este el caso, deberías acudir a tu veterinario para valorar una posible extirpación de las glándulas. Esta opción puede ser la ideal para esquivar estas posibles enfermedades, pero debe ser muy meditado y por recomendación del veterinario.
- Impactación. Es el acumulo de secreciones. Es más frecuente en las razas de menor tamaño y lo ideal sería probar a vaciar manualmente la glándula cada cierto tiempo.
- Saculitis. Una infección bastante común en una o ambas glándulas. Provoca secreción amarillenta o con restos de sangre. El tratamiento antibiótico que te proporcionará tu veterinario será el mejor remedio al dolor que estará sufriendo tu fiel compañero.
- Absceso. Se localiza bastante fácil ya que el pus será visible en las glándulas cerca del ano. Los signos son los mismos que los mencionados en la saculitis y se añade la fiebre. Es muy importante contactar con el veterinario antes de que se cree una dolorosa fístula.
Perro en el veterinario.
Otras posibles causas
El comezón anal que puede estar sufriendo tu perro se puede deber también por parásitos internos o diarrea. Ambos son problemas comunes que pueden sufrir los animales y que se pueden percibir cuando el perro arrastra el trasero. De igual manera, otro problema que es menos preocupante es los restos de heces que se quedan en el culo de los perros. Este problema que puede producir que se rasque insistentemente por el suelo se arregla con una limpieza cada vez que haga de cuerpo.
Soluciones y consejos
Si observas este constante picor en tu amigo peludo puedes optar por estas opciones.