A Bilbao Basket le ha sentado bien, francamente bien, el arranque de esta temporada. Los muchos cambios registrados en su plantillas se están adaptando a velocidad supersónica y, si bien, el calendario irá exigiendo mayores desafíos, como el de este sábado, visitando al vigente subcampeón de la Liga ACB, el UCAM Murcia que un año más dirige su ex-entrenador Sito Alonso, la nota ganada a pulso hasta ahora es alta a tenor de su rendimiento en pista y los consiguientes resultados obtenidos.
Tras pelearle la Euskal Kopa a Baskonia en Azpeitia hasta el 81-72 final durante el último tramo de la pretemporada, se ha tomado el inicio de la competición con la debida seriedad, sin un ápice de confianza ante un rival de menor enjundia como el Neptunas lituano en la previa de la FIBA Europe Cup, como así lo atestiguan el 66-74 en Lituania y el 95-59 de vuelta.
Pese a que requería un triple esfuerzo que iba añadido a un largo viaje con una escala en París de las de tener suma paciencia, la semana pasada fue saldada satisfactoriamente al ser redondeada con el 90-72 endosado al Breogán como primer paso hacia la tranquilidad en el torneo de la regularidad.
Septiembre ha quedado atrás con óptimas sensaciones y el motor de los hombres de negro se seguirá engrasando y cogiendo mejor tono en un octubre en el que va a jugar hasta ocho partidos, repartidos por igual entre los campeonatos doméstico y continental. Al de Murcia del día 5 le siguen Real Madrid el 13 y Valencia el 27 en Miribilla, y en medio la visita a Gran Canaria el 19, mientras que en la FIBA Europe Cup todo va a comenzar ante un viejo conocido.
Viejo o no tanto, pero conocido sí, porque ya se ha medido a él, pero no ha pasado tanto tiempo. De hecho, el Balkan, otro BB, el búlgaro, fue rival de Bilbao Basket a comienzos de año en la anterior edición de esta competición que significó el debut del club en ella tras varios años jugando en las demás.
Ese doble precedente, disputado en la segunda fase, no dejó lugar a la duda en cuanto a la diferencia entre uno y otro. Todo comenzó el 10 de enero en Botevgrad, ciudad de 31.000 habitantes cuyo Arena, con capacidad para 4.500 personas, acogió el partido que concluyó con un inapelable 62-94.
Los de Jaume Ponsarnau se impusieron en los cuatro parciales, aunque hubo que esperar al tercero para despegar de manera definitiva con un 15-32. El choque del 7 de febrero Bilbao Arena trajo igual denominador común con un 34-13 que fue el previo del 90-63 que el luminoso acabó dejando sin tener que emplearse demasiado a fondo. El encuentro se jugará el miércoles 9 a las 20 horas.
Viajes largos y seguidos
A partir de esa jornada inaugural, y siempre en miércoles, las siguientes llegarán consecutivamente lejos de la capital vizcaína, ante el Kutaisi, en esta ciudad georgiana que cuenta con algo más de 135.000 vecinos pero que apenas cuenta con un aforo para 1.550 aficionados en su Sport Palas, que recibirá a los MIB el día 16 a las seis de la tarde.
Siete días después, el viaje será a Eslovaquia, hasta Prievidza, a su Nike Arena, con una grada que admite hasta 3.000 seguidores en una ciudad de 42.000 habitantes. El duelo se iniciará a las siete de la tarde, y a las seis el que en Botevgrad le medirá al Balkan el día 30 para cerrar el mes. Será ya en noviembre cuando, con el horario habitual de las ocho, se cierre el grupo en cancha propia los días 6 y 13 ante Kutaisi y Prievidza, respectivamente.
Con toda probabilidad lo peor de este calendario son los viajes largos y pesados al Este porque en lo deportivo en buena lógica Bilbao Basket, semifinalista de la pasada edición, no debería tener problema alguno para, incluso como primero e invicto, esto es, de igual modo que hace un año, y así acceder a la siguiente ronda, a la que acceden los dos primeros.
En esta décima edición de la FIBA Europe Cup, destinada a clubes de segundo y tercer nivel, vuelve a estar presente el Zaragoza como el otro representante ACB, además de otros clubes que pueden sonar en el concierto continental, casos deel Dijon francés, el Ludwigsburg alemán, y los griegos PAOK y Maroussi, sin olvidar a otros a los que Bilbao Basket ya se ha enfrentado a lo largo de su cuarto de siglo de historia, como el Spirou belga, el Porto y el Wloclawek polaco, que inscribió su nombre en el palmarés del torneo en 2023.