No es ningún secreto que la tasa de natalidad en España está en mínimos y que mantiene una clara tendencia a la baja. En menos de 50 años, el número de hijos por mujer se ha reducido a menos de la mitad, pasando de 2,7 en 1975 a 1,1 en 2021.
En 2023, hubo 322.075 nacimientos, lo que supone la cifra más baja desde el comienzo de la serie en 1941, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). También está muy por debajo de las registradas en las dos décadas anteriores: 425.390 nacimientos en 2013 y 441.881 en 2003.
Un padre ayuda a su hijo a pintar sobre un cartón.
El gasto de criar a un hijo
Entre todos los factores que influyen a la hora de tener descendencia, hay uno que puede resultar determinante y es que criar a un hijo es caro; siempre lo ha sido, pero ahora es bastante más costoso que hace dos décadas.
Según cálculos de la plataforma de ahorro Raisin, criar a un hijo desde su nacimiento hasta su emancipación (calculando que esta se produzca a los 31 años) cuesta una media de 330.000 euros, mientras que en 2002 los gastos eran de 218.894 euros.
Así, las precarias condiciones laborales, la incorporación cada vez más tardía al mercado de trabajo, las dificultades para conciliar trabajo y familia, el problema de acceso a la vivienda o el encarecimiento de la vida son algunos de los factores que sin duda influyen a la hora de tener un hijo.
Los chicos, 'más caros'
También hay que diferenciar entre hijos e hijas y es que los chicos son más caros. En el caso de los hombres, la cifra ascendería a los 334.343 euros, mientras que en el de las mujeres descendería hasta los 324.894 euros. "La diferencia en el gasto se debe principalmente a la edad de emancipación: las mujeres tienden a independizarse antes que los hombres, lo que reduce el tiempo y, por tanto, los costes que las familias deben asumir", destaca el estudio de Raisin.
Para realizar estas estimaciones, Raisin ha tenido en cuenta que las mujeres se independizan de media a los 29,4 años (6 meses más tarde que hace dos años) y los hombres a los 31,33 años (3 meses más tarde que en 2022).
Una mujer trabaja con el portátil en casa mientras sostiene a su hijo en brazos.
Cómo se reparten los gastos
Hablando de gastos medios, el informe destaca los gastos más relevantes que tienen que afrontar los padres mientras tienen a sus hijos e hijas bajo su techo. A lo largo de su vida, destinan 130.568 euros a alimentación, 52.272 euros a gastos no esenciales, 41.141 euros a educación, 35.490 euros a ropa y zapatos, 30.193 euros a celebraciones, 20.635 euros a sanidad, 12.480 euros a pagas y 9.100 euros a higiene.
Algunos de estos gastos pueden verse reducidos cuando el hijo alcanza los 22 o 23 años, como es el caso del dinero invertido en educación o en pagas, puesto que ya está en edad de empezar a trabajar y de tener sus propios ingresos.
Etapas
También hay que tener en cuenta que los gastos no son los mismos en todas las etapas de la vida de los hijos e hijas, y que los padres asumen los mayores costes en la etapa que va de los 12 a los 18 años.
De los 0 a los 2 años, el gasto es de 32.055 euros (1.335,62 euros de media al mes); de los 3 a los 5 años, de 28.041 euros (1.168,37 euros de media al mes); de los 6 a los 11 años, de 68.618 euros (1.143,63 euros de media al mes); de los 12 a los 18 años, de 99.540 euros (1.382,5 euros de media al mes); de los 19 a los 24 años, de 71.161 euros (1.186,01 euros de media al mes) y de los 25 a los 31 años, de 25.479 euros (353,87 euros de media al mes).
El primer año de vida
El estudio de Raisin también analiza el gasto que supone el primer año de vida del bebé y lo sitúa en una media de 11.392,16 euros, lo que supone un incremento frente a los 10.610 euros de 2022. Este gasto tiene un impacto importante en los ingresos anuales, "aproximadamente un 38,77% del salario anual de un hombre y un 46,77% en el caso de una mujer", señala el informe, que deja en evidencia la brecha salarial de género.
Tener un hijo es una gran responsabilidad y el deseo de cualquier padre o madre es darle la mejor vida posible. Las cifras de Raisin dan una idea del dinero que se necesita para cubrir sus necesidades básicas, algo que sin duda variará según el nivel de vida de cada familia.