Este es el dinero que deberías tener ahorrado según tu edad

No cabe duda de que ahorrar es un ejercicio clave para poder asegurarnos una estabilidad económica y lograr objetivos financieros a largo plazo. Durante muchos años, se han ido proponiendo diversas estrategias para lograrlo, así como los mecanismos para poder formar un colchón ante los imprevistos.

Aun así, muchas personas desconocen si han conseguido acumular suficiente dinero dependiendo de su edad, sobre todo cuando se marcan determinadas metas.

Factores que influyen en el ahorro

A pesar de que puede haber infinidad de factores que influyen en la capacidad de ahorro individual, hay uno que no se suele tener muy en cuenta en estos aspectos: la edad.

Este condicionante está relacionado en muchas ocasiones, con el salario neto, los gastos fijos mensuales y otros movimientos. Por lo tanto, evaluar nuestra situación financiera nos ayudará a establecer metas realistas. 

Ahorro Freepik

El ahorro según la edad

De todas las estrategias que podemos encontrar a la hora de ahorrar, hay una herramienta que resulta muy práctica: el 'método Greene'. Es decir, la cantidad de dinero que deberíamos tener acumulado acorde a nuestros años.

Es una técnica puesta en marcha por el famoso financiero Kimmie Greene, cuyo eje son dos factores que afectan a cualquier trabajador: el salario bruto anual y la edad.

Tal y como apunta Greene, lo ideal sería empezar a ahorrar entre los 20 y los 25 años, y con una clara premisa: adquirir el hábito de gastar menos de lo que se ingresa.

Objetivos de ahorro según la edad

El método Greene determina objetivos muy marcados en función de la edad. A los 30 años, deberíamos haber ahorrado el equivalente a un salario anual, mientras que a los 35 el doble del sueldo de un año.

Por otro lado, a los 40 años, lo recomendable sería contar con el triple del salario anual en ahorros, y a los 45, acumular cuatro veces el salario de doce meses. Y, a los 50, lo equivalente a cinco veces el sueldo en doce meses.

A modo de ejemplo: si una persona gana 20.000 euros en un año, tendría que tener ahorrada dicha cantidad a los 30 años. De igual modo, a los 35 años, 40.000 euros, y así de forma sucesiva.

La importancia de contar con un fondo de emergencia

Dejando a un lado el método antes citado, es fundamental contar con un fondo de emergencia que nos ayude para hacer frente a imprevistos y así no comprometer nuestro estado financiero.

Los expertos en la materia aconsejan que la reserva equivalga a seis meses de salario para afrontar gastos inesperados, tales como arreglos en el hogar, deudas o complicaciones sanitarias.

Una hucha con billetes de dinero Freepik

Estrategias para ahorrar

Si queremos alcanzar nuestros objetivos, pueden llevarse a cabo las siguientes estrategias.

Planificar gastos

Prepara un presupuesto mensual que incluya tanto ingresos y gastos, y así evaluar dónde gastar más y dónde menos según las necesidades.

Elimina gastos innecesarios

Comprueba tu dinero y opta por eliminar gastos no esenciales y así ahorrar.

Herramientas de gestión financiera

No dudes en recurrir a aplicaciones o métodos tradicionales que te sirvan de guía para no despilfarrar tu dinero y fomentar hábitos de consumo.

Fija metas de ahorro

Establece objetivos realistas a corto, medio y largo plazo, motivando la acumulación de ahorros.

Otros consejos

Para ahorrar de manera eficaz, podrías definir metas específicas como comprar un inmueble o crear un fondo de emergencia. También puedes apostar por cuentas de ahorro con alta rentabilidad o depósitos a plazo fijo.

Tampoco descartes preparar planes de pensiones o fondos de inversión para sacarle partido a tus ahorros, a modo de complemento para tu patrimonio. Y, si ahorras en un fondo de emergencia, se recomienda que sea entre tres y seis meses de gastos esenciales.

En cualquier caso, cada persona tiene sus circunstancias personales y es por eso que no es fácil determinar cuál es el mejor método. De todas formas, hay un denominador común: tomar decisiones con la cabeza y no precipitarse, ni derrochar dinero sin pensar.