Saludar a alguien que no ves desde hace bastante tiempo y que nada más estrecharle la mano o darle un abrazo te salte una chispa es muy inoportuno. Se trata de la electricidad estática; no hace daño ni es perjudicial, pero tampoco se puede decir que sea algo que todos queramos que pase. La incomodidad de tocar con el dedo o rozar con el brazo alguna superficie o prenda y que de repente se produzca esa descarga es tremendamente desagradable.
Podemos sufrirla, como hemos dicho, en distintas superficies, pero hay unas que por el material del que están compuestas son más propensas que otras: se trata del pelo y de la ropa. Si te preocupa o te ocurre con demasiada frecuencia el hecho de que tu ropa adquiera electricidad estática con facilidad y sea un hábito demasiado incómodo, te enseñamos unos trucos fáciles y caseros para evitar estos pinchazos eléctricos.
La electricidad estática en la ropa
Este tipo de electricidad es el resultado de un desequilibrio de cargas eléctricas en la superficie de un objeto, en este caso en los tejidos. Se produce por el roce prolongado entre prendas fabricadas con material sintético. Para poder evitarlo, seguiremos los siguientes consejos.
Suavizante
Muchas personas añaden habitualmente suavizante en sus lavados, por lo que es muy probable que si no lo haces pueda ser una forma rápida para acabar con el problema. Además de darle un buen perfume y mucha suavidad a tus prendas, te ayudará a acabar con la electricidad estática. Lo puedes echar al principio del lavado o para asegurarte puedes parar el lavado antes del último aclarado y entonces añadir el producto. Siempre es recomendable añadir la cantidad exacta que marque el recipiente, ya que de otra manera tendrás que realizar un lavado extra para suprimir los restos que se puedan quedar en la ropa.
Vinagre blanco
Existe una forma muy sencilla y económica de evitar la electricidad estática en la ropa: usar vinagre blanco en el prelavado. También puedes añadirle bicarbonato, ya que estos dos ingredientes de cocina tienen propiedades que ayudan a neutralizar la carga eléctrica y a suavizar los tejidos, evitando que se peguen o se ericen. Además, son ecológicos y no dañan las fibras ni los colores de la ropa.
Separar por tejidos
Si en nuestro ciclo de lavado añadimos prendas de poliester o nailon, es más probable que tengamos más prendas que provoquen electricidad estática; la ropa de algodón o lana no suele ser cómplice de este fenómeno. Sin embargo, si tienes ropa que tenga mezcla de tejidos sintéticos y naturales, será mejor y menos probable de que sufran electricidad si la lavas con la ropa de tejidos naturales.
Metal en contacto con la ropa
El metal ayuda a atrapar toda esa electricidad sobrante que hace que nos pegue los chispazos. Una buena idea es añadir a tus lavados unos pequeños alfileres en la ropa o una bola de papel de aluminio. Tras el lavado, puedes colgar las prendas en perchas de metal, o cuando te vayas a poner la ropa, tener una moneda en la mano para que la electricidad se traspase a la moneda.
Secar la ropa al aire libre
Si usas habitualmente la secadora, puede ser uno de los principales problemas. Los electrodomésticos generan esta carga que se puede eliminar si colgamos las prendas al aire libre. De esta manera no estarán en un ambiente con humedad, más propenso a la electricidad.
Agua destilada
Al contrario que el punto anterior, si vas a seguir usando la secadora puedes probar con agua destilada. Al sacarla del electrodoméstico, rocía la ropa con un poco de este agua y déjala secar al aire libre. Así evitarás que las prendas queden demasiado secas, pegadas entre sí o adheridas a otras superficies.
Electricidad estática en el pelo
Nuestro pelo también puede ser víctima de la electricidad estática. Al entrar en contacto con jerseys o chaquetas de lana y con tejidos no naturales se encrespa y puede volverse indomable.
Al entrar en contacto con la prenda es tal la atracción que el pelo coge mucho volumen y nuestra cabeza acaba pareciéndose a un diente de león (esa planta que a los niños tanto les gusta soplar y pedir un deseo mientas sus semillas salen volando).