La festividad de Santa Águeda, como cada mes de febrero, ya está a la vuelta de la esquina. Por este motivo, en su víspera, personas de todas las edades en Euskadi y Navarra salen a las calles a cantar y a golpear el suelo siguiendo el ritmo de la canción con sus conocidos 'makilas'. Y es que esta antigua tradición se lleva realizando por todos estos territorios sin apenas sufrir cambios.
A esta tradicional cita no faltan las kuadrillas, la familia e incluso los más pequeños, que desde una temprana edad ya se atreven a coger su 'makila' para golpear el suelo al ritmo de las canciones. Todos estos cánticos, realizados tanto en pueblos como en ciudades, recorren todos los rincones de las localidades junto al sonido de instrumentos musicales.
Pero el hecho de hacerlo haciendo uso de una 'makila' no ha surgido de la noche a la mañana, sino que tiene su propio origen que se remonta a nuestros antepasados y está directamente relacionada con la naturaleza, la cual juega un papel crucial dentro de la tradición y cultura de Euskadi y Navarra.
Origen
Según narran diversos historiadores, el nacimiento de la 'makila' como herramienta para golpear el suelo mientras se entonan cánticos a Santa Agueda se remonta a la época de nuestros antepasados, quienes hace siglos vivían por y para la tierra. Esta tendencia se ha ido perdiendo con el paso del tiempo y el avance de la tecnología, pero la tradición se ha mantenido con pocos cambios desde entonces.
En pocas palabras, el uso de la 'makila' se basa en una llamada a la tierra. Hace siglos, las personas realizaban cánticos junto al golpeo contra el suelo para celebrar la vida y despertar de la naturaleza.
Pero entre los cambios más significativos no está en la propia 'makila', sino en los cánticos. En la actualidad, es común ver a diversas kuadrillas y familias caminar por las calles cantando en cualquier lugar. Antiguamente, en cambio, los cánticos no siempre se llevaban a cabo. Esto se debe a que la persona de más edad de cada grupo, al acudir a algún caserío, preguntaba: ¿canto o rezo? El miembro del hogar, por su parte, debía escoger la respuesta, que variaba según si había habido algún fallecimiento reciente en su familia. En caso de ser así, se optaba por el rezo y no se realizaba cántico alguno.
¿Quién fue Santa Águeda?
Esta antigua tradición se basa en, como su nombre bien indica, en Santa Águeda (previamente Águeda de Catania), virgen y mártir siciliana que vivió en el siglo III. Con el paso del tiempo, su figura se ha convertido en la patrona de las mujeres y la fertilidad. Por este motivo, muchas madres han acudido a ella de cara a su embarazo.
Dentro de la tradición vasca, Santa Águeda cuenta con poderes de curación de cefaleas y migrañas, además de evitar incendios y erupciones volcánicas (debido a que el volcán Etna entró en erupción un año después de su muerte y los habitantes de Catania pidieron su intervención, que posteriormente sirvió para frenar la llegada de la lava a la ciudad), proteger enfermedades del ganado o ahuyentar a los malos espíritus, entre otros.
Romerías
Dentro de esta tradición también están las romerías que se llevan a cabo en honor a Santa Águeda. Entre ellas, destacan las tres que se organizan en el Santuario de Santa Águeda situado en Kastrexana, Barakaldo. La primera de ellas se celebra cada 5 de febrero, mientras que las otras dos son el domingo anterior y posterior.
En esta conocida romería de Barakaldo, no suelen faltar los puestos artesanos con rosquillas, talos y el cordón de San Blas, además de la misa en la propia ermita.