Nuestro mundo está lleno de lugares únicos, propios de una realidad fantástica. Algunos de ellos aparecen sacados de películas o cuentos, dando rienda suelta a la imaginación. Tal es así que a lo largo y ancho del planeta existen algunos enclaves autodenominados micronaciones, terrenos sin soberanía propia cuyos habitantes los consideran como tal.
Es el caso del principado de Sealand, una plataforma marina situada en el Mar del Norte y a unos 10 km de distancia de la costa de Suffolk, en Reino Unido. Un lugar que cuenta con bandera, moneda y monarquía propia.
Un caso único en el mundo
Esta plataforma, conocida originalmente como Roughs Tower, fue construida durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque sus dirigentes reclaman la soberanía del territorio, por ahora no ha sido reconocida por ningún país.
La posición de Sealand era muy valiosa para instalar emisoras pirata, y durante casi 10 años, sufrió una serie de abordajes. Hasta que apareció Patrick Roy Bates, excomandante de la Marina, que en 1967 tomó la plataforma y declaró la fundación del Principado de Sealand. De ese modo, cualquiera que entrase sin autorización, sería visto como un acto hostil.
En 1975, después de la declaración de independencia del principado, Bates, la familia fundadora, izó la bandera de Sealand. Más tarde, se puso en marcha la maquinaria de todo país: pasaporte, moneda, constitución, sellos, etc. Y hasta crearon sus propios equipos deportivos.
Reclamo internacional
Con poco más de 550 metros cuadrados, Sealand recibe visitantes de todo el mundo y ha llegado a albergar a más de 300 personas de forma simultánea, si bien hoy en día no vive prácticamente nadie en la zona.
La divisa local es el dólar de Sealand, moneda que tampoco está reconocida por ningún otro país. Asimismo, cuenta con un lema nacional: “E Mare Libertas”, que traducido del latín significa “Del mar, la libertad”.
A modo de curiosidad, el alpinista profesional Kenton Cool clavó una bandera de Sealand en la cima del Monte Everest.
¿Qué es una micronación?
Una micronación es una entidad que se declara a sí misma como una nación independiente, pero no es reconocida oficialmente como tal por los gobiernos o las organizaciones internacionales establecidas.
Las micronaciones suelen surgir por diversas razones, que pueden incluir:
Protesta política
Algunas micronaciones se crean como una forma de protesta contra un gobierno o una situación política específica.
Fantasía o entretenimiento
Algunas personas crean micronaciones por diversión, como un hobby o un ejercicio de creatividad.
Propósito simbólico o cultural
Pueden ser creadas para preservar una cultura o lengua minoritaria, o para promover ciertos valores o ideologías.
Propósitos económicos
Algunas se forman con la intención de evitar impuestos o regulaciones, o para experimentar con nuevas formas de economía o gobierno.
Estas micronaciones suelen tener sus propios símbolos nacionales, como banderas, himnos, monedas, y en algunos casos, incluso sistemas de gobierno y leyes. Sin embargo, carecen de reconocimiento legal y no tienen poder real sobre el territorio que reclaman. los ejemplos más conocidos de micronaciones incluyen Sealand, Liberland y la República de Molossia.