En la mayor parte de los análisis periodísticos se dio por hecho que Aitor Esteban iba a rechazar el encargo de la militancia para optar a la presidencia de la Ejecutiva nacional del PNV. En ese contexto, el portavoz jeltzale en el Congreso de los Diputados rompió su silencio el sábado a la madrugada con un mensaje en la red social X donde no se postula de manera activa pero, por pasiva, sí parece dispuesto a aceptar los respaldos. La clave radica en que no declina en ningún momento el apoyo recibido en las organizaciones municipales. Lo que se desprende de ese texto, a la espera de ver cómo evolucionan los acontecimientos, es que respetará la decisión que tome la afiliación y el encargo que le quiera hacer.
La primera vuelta de votaciones terminará el domingo de la semana que viene, y Esteban ya ha reunido el respaldo de al menos tres batzokis que se necesita para pasar de fase. Ahora mismo, rondaría los 40. El momento de aceptar de manera formal y oficial el encargo llega con la llamada de la Comisión de Garantías, antes de pasar a la segunda vuelta. Esa ronda tendrá lugar del 10 al 26 de febrero. Por tanto, por ahora, se impone el lenguaje entre líneas para no romper las reglas del proceso.
Esteban se mostró “abrumado y agradecido por las muestras de confianza y apoyo”. “Es la hora de la afiliación. Alderdia. Aberria”, añadió. Este mensaje va en sintonía con las declaraciones que ya había realizado en Antena 3 la semana pasada, cuando dejó caer: “Siempre he dado un paso adelante a todo lo que se me ha solicitado”. “Es un honor ser presidente del EBB, pero en nuestro partido nadie se presenta, son los afiliados los que, en dos vueltas, primero proponen, y luego votan. Y, en estos momentos, no conocemos qué quiere la afiliación. Habrá quince días para que la gente se manifieste. Estoy seguro de que vamos a acertar sea la decisión que sea”, añadió entonces.
Pero el contexto ahora es diferente. En aquel momento, no se conocía aún la decisión del presidente del EBB, Andoni Ortuzar. Unos días después, en una carta a la militancia, Ortuzar se mostraba dispuesto a seguir adelante con un cuarto mandato, si la militancia así lo desea. Según los cálculos a los que tuvo acceso Grupo Noticias al cierre del jueves, los alderdikides estaban mostrando su confianza de forma mayoritaria en Ortuzar, dándole la primera plaza en Bizkaia y un respaldo unánime en Araba, Nafarroa e Iparralde.
No obstante, en ese mismo momento, comenzaba a producirse un movimiento espontáneo a favor de Aitor Esteban. En distintos ámbitos consultados por Grupo Noticias lo atribuyen a que Andoni Ortuzar habría provocado cierta sorpresa con esa carta, al mostrarse dispuesto a un cuarto mandato. En concreto, parte de la afiliación había leído las señales previas y daba por sentado que iba a retirarse. Alguno pudo pensar, incluso, que Aitor Esteban iba a recoger el testigo, a la luz de la proyección que había tenido en las entrevistas y las intervenciones públicas. En medios de comunicación vascos y del Estado, esta hipótesis se había apuntado también de manera expresa.
Cabe recordar que se viene de una inercia de renovación prácticamente absoluta en las ejecutivas territoriales, con la única excepción del navarro Unai Hualde, y se venía también de reemplazar al lehendakari Urkullu por Imanol Pradales. Lo mismo ocurrió en las diputaciones de Bizkaia y Gipuzkoa con la proclamación de Elixabete Etxanobe y Eider Mendoza. Algunas de las personas que han cedido el testigo, Itxaso Atutxa e Iñigo Urkullu, llevaban 12 años en su cargo como Andoni Ortuzar.
Pulsiones
El presidente del EBB había reconocido en su carta que hay dos opiniones en el partido, la de quienes piensan que la renovación debe ser total y alcanzar al propio presidente, y la de quienes piensan que es demasiado arriesgado cambiar todo a la vez. Parece que algo de ello se está manifestando en estas votaciones. Lo que hizo Ortuzar fue dejar la decisión a la militancia y ponerse a su disposición. Y está claro, a la vista de los resultados, que esa parte que piensa que la renovación debe ser total tiene su peso en el partido.
Ortuzar venía confesando en privado desde el año 2020 que quería dar un paso a un lado y preparar el terreno para la llegada de nuevos referentes, pero el estallido del coronavirus complicó la sucesión. Ahora, en un momento de inestabilidad en el Estado y con EH Bildu en auge en la comunidad autónoma, la operación también podría dar vértigo en algunos sectores. Y el partido está debatiéndose entre las pulsiones de la continuidad o la renovación.
Antes de la primera vuelta, Esteban nunca llegó a confirmar que tuviera aspiraciones en este sentido o que alguien lo estuviera empujando a dar el paso. Por ello, ahora que se ha producido este arreón por sorpresa en los batzokis, se ha dado por supuesto que no iba a mantenerse en la liza, sobre todo, para evitar una competición entre el actual presidente y él, uno de los hombres que han estado en la sala de máquinas en los últimos años. Son dos personas de la misma edad, ambos nacidos en 1962 y separados tan solo por un mes de diferencia, pertenecientes a la generación de los jobuvis, y no hay un trasfondo crítico sobre el corpus ideológico del partido. La única candidatura que se ha presentado con el respaldo expreso de los críticos es la del concejal de Etxebarri, Eneko Lekue, que está recibiendo un respaldo testimonial. De todos modos, algunos ámbitos creen que parte de ese voto está virando hacia Esteban.
Pero, viendo que Esteban no sería un candidato crítico, el PNV puede esquivar en cierto modo la comparación con los tiempos de 2003, cuando sí se produjo un pulso como tal entre Joseba Egibar y Josu Jon Imaz. De puertas afuera y en medios de comunicación de alcance estatal, se interpretó como un pulso entre el alma más soberanista y la más pragmática, y dejó profundas heridas en la formación jeltzale. Este caso es distinto, pero es cierto que llevaría al PNV a una situación inédita desde hace décadas en la que dos figuras de peso estarían en la liza.
Esteban (Bilbao, 21 de junio, 1962) es licenciado en Derecho por la Universidad de Deusto, y ha desarrollado la mayor parte de su carrera política en el Congreso, donde lleva 20 años, desde 2004, y donde ejerce como portavoz desde 2012.
Respaldos
Al cierre del jueves, era Ortuzar quien tenía la mayor parte de los apoyos en los batzokis. Por ahora, los apoyos de Esteban se concentran, sobre todo, en Gipuzkoa, aunque también los tiene en Bizkaia. El portavoz del PNV en el Congreso tendría el aval de, al menos, Algorta, Santurtzi, Erandio-Bekoa, Bakio, Meñaka, Cruces, Elorrio, Ermua, Otxandio, Zornotza, Bermeo, Mungia, Ibai-Eder y Sabindarrak en Bizkaia. En Gipuzkoa, tiene los de Lasarte-Oria, Zarautz, Zumaia, Oiartzun, Pasai Antxo, Andoain, Beasain, Getaria, Hernani, Alde Zaharra y Amasa-Vilabona. Andoni Ortuzar había logrado el jueves el respaldo de 24 batzokis de Bizkaia, lo que sitúa al presidente del EBB en primera posición en ese territorio, y ha recibido un aval unánime en Araba, Nafarroa e Iparralde.