A lo largo de la historia, la economía se ha visto golpeada por muchas crisis financieras que han lastrado a los países punteros del mundo. Son momentos en los que el pánico y las dudas imperan en la sociedad, pues muchos ciudadanos temen perder por completo todos sus ahorros.
Hoy en día, lejos de estabilizarse la situación, este sentimiento sigue latente entre la ciudadanía. Aun así, hay motivos para no perder la calma, ya que muchos países cuentan con un Fondo de Garantía de Depósitos que asegura parte o totalidad del dinero de los clientes de un banco.
¿Qué hacer si quiebra el banco?
En lo que al Estado se refiere, los clientes tienen garantizada por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) la recuperación de hasta 100.000 euros por titular. El FGD, conocido como la póliza del pequeño ahorrador, es obligatorio para todas las entidades bancarias, excepto las sucursales de bancos extranjeros con un FGD similar.
Cabe mencionar que este fondo sólo interviene cuando un banco ha quebrado. Si un banco es adquirido por otra entidad que asume los derechos de los clientes, no se produce pérdida de capital.
El FGD protege solo el dinero en cuentas a la vista y depósitos a plazo. Si un producto tiene más de un titular, garantiza esa cantidad por cada uno. Por ejemplo, si un banco quiebra, los clientes de cuentas y depósitos recuperarían hasta un máximo de 100.000 euros cada uno. Si un depósito tiene dos titulares, el FGD garantiza hasta 200.000 euros.
Para entender mejor ese contexto, vamos a repasar una serie de casos hipotéticos.
Más de 200.000 euros
Al cubrir el FGD una cifra concreta de dinero, ¿qué pasa si un cliente tiene ahorrados más de 100.000 euros? De acuerdo con esta institución, aquellos ahorradores que acumulen más de 100.000 euros seguirán siendo acreedores del banco.
De forma paralela, el Fondo de Garantía de Depósitos abonará el importe al que tengan derecho los depositantes en un plazo estimado de 20 días hábiles.
Otros productos
Los depósitos y cuentas a la vista tienen doble garantía: la del banco y la del Estado a través del FGD. Sin embargo, muchos ahorradores diversifican más allá de estos productos.
El orden de preferencia determina la prioridad de cobro en caso de quiebra bancaria, especificando cómo se repartirían "los restos" del banco y quién recuperaría primero su dinero.
Por lo tanto, depósitos y cuentas, cédulas hipotecarias y bonos seniors serían los primeros productos reembolsados si el banco entrase en concurso de acreedores. Después, seguirían los bonos subordinados, las preferentes y, en último lugar, las acciones.
El Fogain
Si el pequeño ahorrador cuenta con la garantía del FGD, los inversores también tienen un apoyo importante. El Fondo de Garantía de Inversiones (Fogain) ofrece a los clientes de sociedades de valores, agencias de valores y sociedades gestoras de carteras una indemnización en caso de concurso de acreedores o declaración de insolvencia.
La indemnización asciende hasta un máximo de 100.000 euros. Tienen derecho a ella los clientes de entidades adheridas al organismo que no puedan reembolsar el dinero o los valores debido a su situación.
Antecedentes históricos
Aquel 24 de octubre de 1929 (Crack del 29) marcó un punto de inflexión en la economía mundial, dando lugar a una crisis financiera. Aun así, no es necesario retroceder tanto para ver las consecuencias de una crisis financiera.
La Gran Recesión de 2008, tras la caída de Lehman Brothers, todavía se siente presente. Y, en estos tiempos, En 2023, se produjo el colapso de Silicon Valley Bank, afectando a las startups americanas. Algunos analistas consideran que se trata de la mayor quiebra bancaria desde 2008.