La libertad que nos da tener el carnet de conducir y poder adquirir un coche es inexplicable. Se empiezan a cumplir todos esos planes que tenías pensados, esas vacaciones a la playa podrán ser mucho más cómodas y no hará falta que dependas de nadie para ir a donde quieras y cuando quieras.
Como todo, siempre hay algún punto débil. El coche supone muchos más gastos de los que creíamos en un principio. Sacarse el carnet, aunque sea todo a la primera, ya supone dejar a cero los ahorros de varios meses. Tras aprobar el carnet, tenemos que empezar a pagar seguros, gasolina, mantenimiento… No todo es un camino de rosas y mucho menos cuando, inevitablemente, sufrimos el primer accidente con el coche. Cuando ocurre por cuenta propia no hay nada de lo que preocuparse, porque tener un contrato con un seguro es obligatorio. No obstante, aun no teniendo la opción de a todo riesgo, no nos veremos en la obligación de pagar al completo el desastre que se haya formado.
La ‘suerte’ puede cambiar notablemente a la hora de dejarle el coche a alguien y que esa persona tenga un accidente de tráfico. En este caso, son varias las situaciones que se pueden dar.
Accidente con mi coche
Es muy probable que esta situación se haya dado alguna vez en tu familia o con algún amigo: tu hijo se ha sacado el carnet y te pide prestado el coche, tu hermana lo ha llevado al taller y necesita un vehículo para ir a trabajar o te vas de viaje con tus amigos y os turnáis para conducir. Estas circunstancias son lo más común del mundo, pero por ello no significa que el seguro tenga que hacerse cargo de los gastos en caso de accidente. La respuesta, como en muchas otras cosas, siempre depende.
- Conductor de riesgo. Este término usado por las compañías de seguros hace referencia a todos aquellos conductores que lleven con el carnet menos de dos años y que, normalmente, tienen entre 18 y 26 años. Estos límites pueden variar dependiendo de la compañía, así que es recomendable preguntar antes de prestar el coche. Si se produce un accidente en alguna de estas situaciones, lo normal es que el seguro cubra los daños a terceros, no los propios. Lo más lógico en esta situación es añadir al conductor de riesgo dentro de la póliza de seguros.
Por otro lado, si la persona a la que le has prestado el coche no cumple ninguno de los dos requisitos mencionados anteriormente (edad y años de carnet), no habrá tantos problemas para reclamar los gastos provocados por el accidente. Claramente el seguro no cubrirá de ninguna manera aquellos accidentes de tráfico provocados por alguien que se encuentre bajo los efectos del alcohol, drogas o no tenga en vigor o carezca del carnet de conducir.
- Se produce el accidente con nuestro vehículo. Si al prestar el coche a una persona es ella quien está al volante y produce el accidente, lo normal en esta situación es que se cubran los daños ocasionados al otro vehículo y no los propios. A su vez, si en esta ocasión contamos con un seguro a todo riesgo y la persona que ha producido el accidente tiene un perfil similar al nuestro (no es de riesgo, tiene el carnet en vigor, etc), lo normal es que sí se cubran todos los daños producidos.
Si al contrario de la primera situación, no produce esta persona el accidente, el seguro de Responsabilidad Civil del otro vehículo implicado será quien cubra los gastos en su totalidad.