Todos queremos lo mejor para nuestras mascotas. Y para aumentar su bienestar acostumbramos a demostrarles nuestro afecto con efusivas muestras de cariño, a las que por lo general los perros nos responden con igual fervor. Pero en determinadas ocasiones, en momentos muy concretos, estos momentos de caricias y mimos pueden ser contraproducentes.
No son pocos los perros que sufren de ansiedad por separación. Según explican desde la web AniCura, este trastorno ocurre con animales que muestran una dependencia obsesiva por una o varias personas de su familia y que hace que experimente miedos, inseguridades o fobias a la hora de quedarse solo o cuando estos se van sin él. Aunque tiene grados, es un mal que hay que tratar de sanar enseñándoles a que se pueden quedar solos y, sobretodo, no agravar con determinadas actitudes, que aunque creamos que muestran afecto y producen consuelo, en realidad pueden tener el efecto corntrario.
Uno de los síntoma de ansiedad por separación es la de ladrar y aullar cuando se queda solo.
Qué hacemos mal
Como otros veterinarios, Amir Anwary, conocido en las redes sociales como @amirthevet en un video publicado en TikTok, cuenta cómo tratar este problema, más común de lo que pudiera parecer, entre las mascotas. Este especialista explica cómo ciertas conductas bienintencionadas de los dueños, como pueden ser despedidas y saludos exagerados, pueden tener un impacto negativo en el bienestar emocional de los perros. Por eso, subraya la importancia de modificar estas prácticas para prevenir problemas a largo plazo.
Uno de los aspectos que más destaca y que explica Anwary es el efecto que pueden tener en nuestras mascotas las interacciones emocionales intensas al salir o regresar a casa. Según explica, esta acción puede confundir a los perros y generarles estrés. “Mantengan la calma cuando salgan de casa y cuando regresen”, comenta en el video.
Según explica, estas acciones pueden crear un ambiente cargado de emociones alrededor de los momentos de partida y regreso, lo que lleva a que se intensifique la ansiedad por separación que pudiera tener.
Qué podemos hacer
Para evitarlo, recomienda no acercarse al animal, dejarlo tranquilo durante los diez minutos previos a salir de casa y al volver a ella. Y aunque reconoce que esta medida puede parecer “cruel” a algunos dueños, insiste en su utilidad.
A esta medida, desde AniCura añaden también evitar los rituales de despedida, no emplear frases que el animal pueda asociar a que nos vayamos de casa, especialmente las que se dirijan a él. También, y esta afecta directamente a la rutina del humano, no repetir siempre los mismos pasos y en el mismo orden antes de irnos. Los perros nos prestan toda su atención para poder anticiparse a lo que pudiera pasar, por lo que sabrán cuales son nuestras intenciones. De hecho es recomendable que, por ejemplo de vez en cuando cojamos las llaves o el bolso sin llegar a irnos, para que de esta manera no asocien necesariamente esos gestos con nuestra marcha. Lo mismo puede hacerse con los zapatos.
Cuando llegamos a casa, en estos casos nuestro perro puede convertirse en un torbellino de emociones saltando y labrando a nuestro alrededor, algo que delata esta ansiedad. Por ello recomienda desde este portal especializado, que durante los primeros 15 o 20 minutos actuemos con cierta indiferencia, sin responder a sus efusiones. Se trata de esperar a que se calme para acariciarlo.
Otra estrategia, esta ofrecida por Anwary, es la de que realicen ejercicio antes de quedarse solos. Un paseo largo antes de dejarlo solo puede ayudar a que el animal se sienta más relajado durante la ausencia de su dueño.
Evitar el aburrimiento
Además, enriquecer el ambiente para mantenerlo estimulado y que no se aburra. Por ello es importante dejar a su alcance juguetes con los que se puede entretener y ejercitarse. Para ello, una alfombra de olores o un rompecabezas con golosinas pueden ser actividades que lo estimulen además de darle una tarea positiva en la que centrarse mientras espera que lleguen los dueños.