A partir de las diez de la mañana de ayer empezó a correr la noticia: los sindicatos de la Ertzain-tza iban a comparecer a las 12.30 horas en el Hotel Ercilla de Bilbao. El escenario más adverso se confirmaba y la reunión que mantuvieron a primera hora con representantes del Departamento de Seguridad finalizó por la vía rápida y sin ningún tipo de acercamiento. Cabe recordar que su anterior encuentro, el pasado 30 de mayo, se prolongó por espacio de siete horas. Es más, según Roberto Palma Gorostiza, de Esan, la propuesta que la consejería llevó ayer bajo el brazo era “inferior” a la de hace casi dos meses. Por este motivo, la calificó de “insulto”.
Los sindicatos Erne, Esan, Sipe y Euspel, junto con Ertzainas en lucha, retomaron el pasado martes la unidad de acción y de este modo asistieron a la reunión en el macrocuartel de Erandio, lo que incluye el movimiento asindical por su cercanía absoluta con Euspel. En la rueda de prensa posterior al mediodía volvieron a exhibir, no obstante, discursos diferenciados.
Mientras Esan y Erne optaron por desviar el mensaje del incremento de los sueldos y se centraron en la denuncia de los materiales defectuosos y las condiciones de trabajo –lo que incluyó la proyección de un vídeo con ejemplos–; Euspel, y también Sipe, coincidieron en censurar los recortes de presupuesto y cómo afectan a las dotaciones, pero sin dejar de lado la reivindicación de la equiparación salarial. En el transcurso de la comparecencia insistieron en que “el problema es con el Departamento de Seguridad y el lehendakari, no entre compañeros”, pero a micro cerrado hay quien expresó su malestar por algunas de las intervenciones, que no fueron consensuadas previamente.
Mientras, entre los asistentes había miembros de Ertzainas en lucha grabando el acto e identificados con una camiseta amarilla con el símbolo del colectivo y la palabra clandestino en la espalda, aludiendo a los calificativos de “anónimos y clandestinos” que les dedicó en mayo el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka.
Escenificación
Los sindicatos aseguraron que están dispuestos a volver a reunirse con el Gobierno Vasco pero si hay “voluntad real” de llegar a acuerdos porque, a su entender, “no tiene ganas de solucionar” la situación. Emplazaron a su vez al lehendakari Urkullu a que “comande” la apertura de esa negociación y advirtieron de que él y Erkoreka son “los responsables de lo que suceda en el Tour”. “No vamos a pedirle al colectivo que garantice nada”, trasladó el portavoz de Sipe.
Calificaron la reunión de ayer de “escenificación para salvar la palabra del lehendakari” y reclamaron un “movimiento real, no postureo para ganar tiempo”. Los portavoces sindicales advirtieron de que “esto no se acaba en el Tour”, en referencia al nutrido calendario electoral que viene por delante. El conflicto “trasciende la Ertzaintza, es un problema de país”, concluyeron.