El otoño ya está aquí. La época veraniega ha dado paso a la estación en la que comienza el descenso de las temperaturas, los días se vuelven paulatinamente más cortos y las hojas de los árboles se tornan marrones y caen al suelo.
Por estos motivos, las visitas a las playas durante los días calurosos se sustituyen por un aumento de la popularidad de los bosques, que se tiñen de colores marrones y dorados. De esta forma, y teniendo en cuenta la cantidad de bosques conocidos que hay en Euskadi, este tipo de salidas se convierten en perfectas para realizar en familia.
Por ello, aquí van siete bosques en Euskadi que merecen ser visitados durante este otoño ya sea con la familia o amigos y en los que se puede disfrutar a la perfección de esta nueva estación.
Parque Natural de Pagoeta
Situado entre Zarautz y Orio, este parque natural cambia drásticamente entre estaciones. Además de sus rutas rodeadas de árboles, Pagoeta destaca por la ferrería de Agorregi, molinos de agua y presencia de razas de ganado autóctono como la vaca betizu o el caballo pottoka.
Parque Natural de Pagoeta.
Urkiola
Urkiola es el paraíso natural de los senderistas de Euskadi. Su localización entre Araba y Bizkaia lo convierte en el epicentro de este tipo de actividades al aire libre. Su visita en otoño es fundamental debido a que sus hayedos y robledales cambian de color para volverse en un espectáculo natural sin igual.
Dejando a un lado los árboles, su visita puede complementarse con sierras y peñas calizas, barrancos y valles profundos, entre los que destacan la Cueva de Mari, el Santuario de Urkiola y un sinfín de actividades planificadas.
Parque Natural de Izki
Izki alberga en su interior la mayor reserva de 'Quercus pirenaica', comúnmente denominado como roble marojo o melojo, de Europa. Situado en Araba, es ideal para practicar senderismo en familia a través de sus 15 rutas de diferentes dificultades. Estas pueden realizarse tanto a pie como a bicicleta o incluso a caballo.
En caso de ir a pasar el día, Izki es ideal para realizar otras actividades que rodean al parque natural. Ejemplo de ello puede ser el turismo ornitológico o la visita al Barranco de Izki y cuevas eremíticas de Laño o Faido, entre otros.
Parque Natural de Izki
Hayedo de Balgerri
Situado en la cara norte del monte Balgerri y junto al río con el mismo nombre, este hayedo cuenta además con otras especies de árboles que también cambian en otoño como robles, alisos, fresnos, tejos y acebos. El Hayedo de Balgerri, considerado el más grande de Bizkaia, es el escaparate perfecto para disfrutar de la influencia que tiene la llegada de esta estación sobre los bosques.
Entzia
Situado en los límites entre Araba y Navarra, concretamente en la Sierra de Urbasa, el bosque de Entzia es una de las paradas fundamentales este otoño. Su paisaje laberíntico repleto de hayas se complementa a la perfección con otros puntos de interés como la meseta o monumentos megalíticos entre los que destacan os dólmenes de Sorginetxe y Egileor, el crómlech de Mendiluze y el menhir de Itaida.
Bosque de Entzia
Hayedo de Presazelai
El municipio de Otxandio, en Bizkaia, cuenta con uno de los hayedos más impresionantes de la zona, el Hayedo de Presazelai. Muy similar al de Otxarreta, este bosque trasmocho cuenta con mesas de barbacoa para descansar en la naturaleza y puentes de madera para cruzar de forma cómoda el río Urkiola.
A su alrededor, además de poder visitar diferentes municipios, es recomendable optar por otros más relacionados con la naturaleza como la visita a Besaide.
Lizarrusti
Este parque natural de 10.971 hectáreas de superficie en el corazón de Aralar, en Gipuzkoa, está formado por hayas, árbol protagonista en la gran mayoría de recomendaciones debido a sus cambios visibles durante la llegada del otoño. Su gran patrimonio cultural de la zona también es sinónimo de visita obligatoria.