Los colores de las prendas que conforman nuestro vestuario dicen mucho de la personalidad y del estilo de cada uno y en su elección diaria va a influir inevitablemente nuestro estado de ánimo. ¿Alguna vez te has preguntado por qué unos días te apetece ponerte ropa de colores vivos, mientras que otros no sales del gris o del negro?
La explicación al por qué de este impacto de los colores en la forma en que nos sentimos hay que buscarla en la ciencia: los colores llegan a nuestra retina en forma de longitudes de onda que se convierten en impulsos eléctricos y llegan al sistema nervioso, concretamente al hipotálamo, centro rector de los procesos hormonales y endocrinos. Estas señales pasan luego por el prisma de nuestra subjetividad y desencadenan los distintos estados de ánimo en nuestro organismo: tristeza, alegría, excitación, rabia, etc.
Pues bien, además de ser decisivos en cómo nos sentimos, los colores de la ropa que vestimos van a influir en la imagen que se proyecta de nosotros y algunos de ellos tienen el nada despreciable poder de rejuvenecer nuestro aspecto. No van a tener el mismo efecto en todas las personas, ya que dependerá de rasgos individuales como el tono de la piel, el color de los ojos o del pelo.
Colores cálidos como el coral, el terracota o el dorado resaltan el bronceado, son elegantes y aportan un aspecto juvenil. En el otro extremo, los colores fríos y naturales como el verde menta, el azul claro o el gris pálido también pueden dar sensación de frescura y vitalidad y aportar una apariencia más rejuvenecida.
Los tonos claros y brillantes, como el blanco, el marfil, el rosa claro o el celeste, resultan muy favorecedores al iluminar el rostro y aportar una apariencia más fresca y juvenil. Por su parte, los tonos pastel como el de la lavanda, la menta o el melocotón dan una apariencia suave y delicada que también se asocia con la juventud y la dulzura.
En cuanto a otros colores que gozan en sí mismos de una fuerte personalidad y de un gran atractivo y que tienen esa capacidad de rejuvenecer a quien lo luce podemos destacar:
- Blanco. Las prendas blancas llenan de vida tu rostro, lo que te restará años y redundará en un aspecto más joven.
- Rojo. Es un color poderoso, femenino, atrevido y con un fuerte efecto antiedad. En su versión total look, ofrece una imagen joven y atractiva.
- Fucsia. Se trata de un color femenino, vibrante, eléctrico y con mucha fuerza. Resulta muy favorecedor para cualquier tono de piel y aporta altas dosis de juventud a cualquier look.
- Morado. Juventud, frescura y elegancia están contenidas en este sofisticado color que todavía resultará más favorecedor si lo combinas con tonos oscuros. Se trata de un tono muy interesante que te quitará algún año de encima.
- Turquesa. Color que desprende energía y luz, ilumina el rostro y transmite ligereza y frescura. Dependiendo del color del que sean tus venas, más azuladas o más verdosas, te favorecerá más el azul turquesa o el verde turquesa.
La próxima vez que salgas de compras ten en cuenta estos colores y podrás comprobar si te ves favorecida o no con ellos. De todas formas, nadie mejor que una misma para saber lo que le va y lo que no.