Estos son los consejos de belleza definitivos, según Raquel Reitx

En un mundo donde la belleza se ha convertido en un pilar de nuestra vida cotidiana, los consejos sobre cómo cuidar nuestro aspecto proliferan en redes y medios. A medida que el acceso a productos de belleza se vuelve cada vez más amplio y asequible, millones de personas exploran métodos y tendencias para mantenerse al día. Sin embargo, entre tanta oferta, es fácil sentirse perdido. ¿Qué productos realmente valen la pena? ¿Cuáles de ellos ofrecen beneficios visibles y duraderos? La influencer bilbaína, Raquel Reitx, nos ayuda a despejar estas dudas, compartiendo sus mejores consejos de belleza para una piel radiante y un cabello saludable.

Raquel Reitx apuesta por una serie de prácticas sencillas, efectivas y accesibles que todas podemos incorporar en nuestras rutinas diarias. Con una filosofía que aboga por el cuidado y la prevención, estos trucos permiten aprovechar al máximo cada paso de la rutina de belleza sin gastar en exceso y manteniendo un enfoque en el bienestar y la salud.

Estos consejos de Raquel Reitx ofrecen una guía completa para una rutina de belleza simple y accesible que ayuda a mejorar la salud y apariencia de la piel y el cabello. Incorporar estos trucos en tu rutina no requiere una gran inversión, pero sí constancia y cuidado. En un contexto donde la belleza y el bienestar son cada vez más valorados, estos pasos permiten disfrutar de una piel y cabello sanos de forma sostenible y efectiva, sin complicaciones. A continuación, te contamos los detalles de cada uno de estos secretos para el cuidado de la piel, el cabello, las uñas y el cuerpo.

1. Ácido Glicólico en las axilas: aclarado y frescura

El ácido glicólico es un potente exfoliante químico que ha ganado gran popularidad en el cuidado facial, pero su uso también se extiende a otras áreas del cuerpo. Aplicar ácido glicólico en las axilas es un truco que puede resultar revolucionario para quienes buscan reducir manchas y controlar los olores de forma natural. Este ácido ayuda a eliminar las células muertas acumuladas en la piel de las axilas, lo que favorece un tono más uniforme y reduce la pigmentación oscura que suele aparecer en esta zona.

Además de aclarar la piel, el ácido glicólico actúa como un potente antiséptico, eliminando bacterias que causan el mal olor. Para aplicar este producto, se recomienda usar una concentración baja, alrededor del 5-7%, en una toallita o disco de algodón y pasarlo suavemente por las axilas limpias en días alternos. La constancia en su uso puede evitar la acumulación de células muertas, resultando en axilas más suaves y claras. Como siempre, es importante realizar una prueba en una pequeña zona para evitar irritaciones.

2. Toallas de microfibra para el pelo: control del frizz y protección

Las toallas de microfibra son un gran aliado en el cuidado del cabello, especialmente si luchas contra el frizz o notas que tu melena se quiebra con facilidad. A diferencia de las toallas de algodón tradicionales, la microfibra absorbe el agua de forma más rápida y delicada, evitando que el pelo se enrede o se quiebre mientras lo secas. Este tipo de material es ideal para quienes buscan reducir el daño y mantener un cabello más fuerte y saludable.

La clave está en utilizar una toalla de microfibra de buena calidad y evitar frotar con fuerza el cabello al secarlo. En su lugar, envuelve suavemente el pelo y deja que la toalla absorba la humedad por unos minutos antes de peinarte. Además, estas toallas son especialmente beneficiosas para el cabello rizado o teñido, ya que conservan la hidratación y la textura natural del pelo, evitando el encrespamiento y manteniendo su aspecto saludable.

3. Pre-Champú con aceite en las puntas: hidratación y protección

El pre-champú con aceite es un paso simple y efectivo para proteger el cabello de la deshidratación. Aplicar un aceite natural, como el de coco, argán o jojoba, en las puntas antes de lavar el cabello crea una barrera protectora que evita que el champú elimine los aceites naturales que mantienen las puntas hidratadas y suaves. Este truco es ideal para quienes tienen el pelo seco, teñido o sometido a tratamientos de calor.

Para un resultado óptimo, basta con aplicar el aceite en las puntas unos 10 minutos antes de entrar a la ducha. Esto ayudará a que el champú no afecte tanto a las puntas y evita que se resequen, manteniéndolas suaves y brillantes. Asegúrate de no aplicar demasiado producto, especialmente cerca de las raíces, para evitar que el cabello se vea pesado o graso.

4. Cuidado de las cutículas: uñas fuertes y sanas

El cuidado de las cutículas es esencial para tener uñas saludables y fuertes. Raquel recomienda empujar suavemente las cutículas hacia atrás con un palito de naranjo o una espátula y aplicar aceite para hidratarlas, previniendo así la sequedad y la aparición de padrastros. Este simple paso no solo embellece las manos, sino que también protege las uñas y evita su debilitamiento.

Las cutículas actúan como una barrera contra bacterias y hongos, por lo que es crucial cuidarlas y no retirarlas completamente. Aplicar aceites específicos para cutículas, como el de almendra o ricino, asegura una hidratación profunda, que ayuda a fortalecer las uñas y prevenir roturas. Repetir este proceso al menos dos veces por semana es suficiente para mantenerlas en perfectas condiciones.

5. Cepillado en seco del cuerpo: exfoliación y activación circulatoria

El cepillado en seco es un método eficaz de exfoliación que, además, activa la circulación sanguínea y mejora el sistema linfático. Este proceso ayuda a eliminar las células muertas de la piel y favorece una piel suave y luminosa. Al activar la circulación y estimular el sistema linfático, el cepillado en seco contribuye a reducir la celulitis y eliminar toxinas acumuladas en el cuerpo.

Para realizarlo, es necesario utilizar un cepillo de cerdas naturales y realizar movimientos ascendentes en dirección al corazón, comenzando por los pies y subiendo hasta el torso. Esta técnica no solo exfolia, sino que también promueve una sensación de bienestar y relajación. Se recomienda hacerlo dos o tres veces a la semana, antes de la ducha, y finalizar con una crema hidratante para sellar la suavidad en la piel.