El frigorífico es el electrodoméstico que más electricidad consume en el hogar. Permanece enchufado las 24 horas del día, prácticamente los 365 días del año. No utilizarlo de la forma adecuada puede hacer que la factura de la luz se encarezca y que el aparato no pueda realizar bien su función.
La nevera nos permite conservar los alimentos en perfecto estado y durante más tiempo, evitando así el desperdicio alimentario. Sin embargo, a veces cometemos errores que van a repercutir tanto en el funcionamiento, la eficacia y el mantenimiento del aparato, como en la calidad, el sabor y la seguridad de los alimentos. Algunos de ellos son:
1- Lo barato a veces es caro. Los frigoríficos más eficientes suelen ser algo más caros, pero al consumir menos energía suponen un ahorro a largo plazo.
2- Tamaño inadecuado. Si la nevera es demasiado grande para nuestras necesidades, gastará más energía de la necesaria, y si es demasiado pequeña y la comida está amontonada, el aire frío no circulará bien entre los alimentos.
3- No dejar espacio de ventilación. El frigorífico debe tener 10 centímetros de separación de la pared y por los laterales para garantizar una correcta ventilación. Si no es así, deberá hacer un mayor esfuerzo para enfriar y aumentará su consumo energético.
4- Instalarlo junto a fuentes de calor. Un frigo junto al horno o al microondas tendrá que trabajar más para mantener la temperatura adecuada (entre 5 y 7ºC el frigo y -18ºC el congelador).
5- Temperatura demasiado baja. El frigo consume más a temperaturas más bajas sin obtener ninguna ventaja en la conservación.
6- No quitar el hielo de las paredes. Retira el hielo acumulado en las paredes para evitar que el frigo consuma más. La causa podría estar en el mal estado de las gomas de la puerta que no permiten un sellado completo.
7- No limpiar el frigorífico. Limpia el frigo a fondo por dentro al menos una vez cada seis meses. Quita también el polvo acumulado en la rejilla de ventilación y pasa una esponja con vinagre blanco por las juntas de goma de la puerta.
8- No desenchufar nunca la nevera. Vacía la nevera y dale una limpieza general antes de irte de vacaciones. Dejarla desenchufada también te permitirá ahorrar unos eurillos.
9- No organizar bien los alimentos. Cada producto debe ocupar su lugar correspondiente en el frigo, de forma que se conservarán mejor y será mucho más fácil encontrarlos.
10- No descongelar bien los alimentos. La comida debe sacarse del congelador al frigorífico y nunca directamente a temperatura ambiente; así evitaremos la proliferación de bacterias.
11- Permanecer con la puerta abierta. Pasar tiempo con la puerta abierta hace que se vaya el frío y el frigo deberá aumentar su consumo de electricidad para recuperar su temperatura.
12- Meter comida caliente. Colocar en el frigorífico la comida recién hecha bajará la temperatura del aparato y puede estropear los alimentos cercanos. Déjala fuera para que se temple, pero nunca más de dos horas. Si no puedes esperar, métela al frigo en recipientes pequeños para que se enfríen lo antes posible.
13- No usar el recipiente adecuado. Aunque sea muy cómodo meter la comida al frigo en la misma cazuela en la que la hemos cocinado, la combinación de la humedad con los recipientes de aluminio acelera el proceso de oxidación. Guarda tu comida en tuppers, preferiblemente de cristal, bien cerrados.
14- La comida refrigerada no dura siempre. Los alimentos tienen un tiempo de conservación y aunque el frigo es capaz de alargarlo, todo tiene un límite. Una vez abierto un envase, el alimento aguanta bien en la nevera un par de días y si en ese tiempo no se va a consumir, es mejor congelarlo.
Si tienes en cuenta estos pequeños detalles, alargarás la vida útil de tu frigorífico, será más eficiente y tu comida se conservará más y mejor.