Los precios se han disparado en marzo un 9,8% en marzo, el IPC más alto desde 1985, impulsados en gran parte por la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania.
Los supermercados, que además han visto parte de sus estanterías semivacías por la huelga del transporte, han repercutido en sus productos a la venta el alza de costes en numerosos productos y este incremento se ha notado en la cesta de la compra.
Dia, Carrefour, Eroski y Alcampo son los supermercados que más han subido sus precios. Dia registra alzas superiores al 6%, mientras las otras tres cadenas están todas ellas por encima del 5,5%, según los datos de la consultora Kantar a cierre de febrero.
Estas cifras aún no recogen el fuerte alza de los combustibles de marzo y el IPC desbocado, con lo que las subidas en marzo serán previsiblemente mayores.
En cualquier caso las alzas de estas cuatro marcas son inferiores al IPC de febrero en España, que cerró ese mes con una subida del 7,6%. Fuerte ascenso pero menor que el de marzo.
Detrás de estos cuatro gigantes de la distribución se sitúa Mercadona, con un crecimiento de precios a cierre de febrero del 4% y a continuación se sitúa Lidl, que los ha incrementado un 3,5%.
La misma consultora Kantar señala que entre las categorías que más han notado este aumento, ya con fecha desde el 6 de marzo, destacan el aceite, que ha aumentado su precio en un 303% con respecto al mismo periodo de 2021, la pasta, que lo ha hecho en un 183% y los arroces y la leche, con un incremento del 181% y del 145%, respectivamente.
El informe señala que aunque todos los tipos de hogares han incrementado su gasto, han sido los jóvenes de menos de 35 años quiénes han invertido más en sus compras, concretamente un 20% más que el año anterior.
Kantar ha detectado también una mayor compra en grandes cadenas frente a los comercios tradicionales, al igual que un repunte en la demanda de productos envasados y no perecederos.
Según la consultora, la gestión de los precios será uno de los elementos clave de este año. Al respecto, la última tasa de variación anual del IPC muestra un incremento de los precios que afecta tanto a las marcas de distribuidor como a las de fabricante.
No obstante, las de fabricante tienen una mayor sensibilidad que las de distribuidor, que registran un leve repunte en sus cuotas, empujadas también por una mayor oferta de su surtido por parte de los distribuidores.