¿Cómo hacer que la memoria se integre en la práctica educativa? Ante esta cuestión, la UPNA ha inaugurado hoy el I Congreso Internacional de Historia con Memoria en la Educación. Un total de 464 personas de ocho países participan en la jornada, que se desarrolla en el edificio El Sario en Pamplona hasta mañana y se encuentra organizada por el Gobierno de Navarra y la institución académica.
El evento ha comenzado con la intervención de Inmaculada Farrán, vicerrectora de Enseñanzas de la UPNA, quien ha asegurado que “existe la necesidad de garantizar la transmisión de la memoria histórica a las generaciones jóvenes”. Según ha indicado Farrán, el congreso va precedido de las II Jornadas de Escuelas con Memoria de la UPNA y, además, coincide con la exposición Mujer y memoria, del fotógrafo Iñaki Porto.
Se trata de un evento que sirve de encuentro para “reflexionar sobre la transmisión de la memoria de las víctimas de pasados traumáticos” y para establecer “fórmulas de colaboración entre docentes”, ha explicado José Miguel Gastón, director del Instituto Navarro de la Memoria.
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Precisamente este perfil, el de la docencia, es el mayoritario entre las personas participantes en el congreso, provenientes de Europa (España, Francia, Italia y Portugal) y América (Argentina, Chile, Colombia y México). Estos docentes buscan compartir sus proyectos en torno a la memoria de la violencia desatada tras el golpe militar del 1936, la Guerra Civil, la dictadura franquista y la Transición. La experiencia del exilio y la II Guerra Mundial amplía a otros países y lugares las memorias que hay que recoger y transmitir. De ahí, el carácter internacional del encuentro.
“La universidad apuesta por la formación en este ámbito. Este tipo de encuentros son necesarios para compartir proyectos y experiencias, construir una geografía de la memoria en la educación y elaborar redes de colaboración entre docentes”, ha añadido Farrán. Asimismo, ha destacado la existencia de un nuevo Máster denominado Historia y memoria: herramientas para la investigación y la educación, en el que también se hace presente el interés de la UPNA por esta cuestión.
Ana Ollo, consejera de Relaciones Ciudadanas, ha agradecido la “masiva respuesta” ante este primer congreso. “Existe un compromiso con la memoria. La memoria histórica no es una cuestión de pasado, sino una cuestión de futuro. Los jóvenes tienen que saber lo que pasó para que no se vuelva a repetir”, ha detallado Ollo.
La capacidad de comprender el pasado para proyectar una mirada crítica hacia lo sucedido es importante y necesario, por este motivo, Ollo ha concluido que “los ecos de determinadas situaciones comprometidas del pasado siguen vivas actualmente, y no podemos permitir que esos horrores vuelvan a repetirse”.