Donostia – La Eurocopa se toma dos días de descanso, pero pueden estar tranquilos, volverá. Y lo hará tan tarde como mañana. Finiquitada la intensa y siempre emocionante fase de grupos llega el momento del análisis, de hacer un breve recorrido por las 16 selecciones que sobreviven, algunas de ellas a duras penas y gracias a que desde la pasada edición, la de 2016, además de los dos equipos que lideran sus respectivos grupos, también los cuatro mejores terceros tienen el premio de alcanzar los octavos de final. Bien lo sabe Portugal, que superó la liguilla casi de milagro cinco años atrás para proclamarse campeona de Europa y estrenar así su palmarés en el torneo. Como sucediera hace un lustro, las aspirantes al título han aprobado, con mejor o peor nota, en la fase de grupos, pero es ahora, cuando ya no hay margen para el más mínimo error, cuando el aprobado requiere al menos un notable alto. Los cruces de octavos, en los que destacan los encuentros entre Bélgica y Portugal e Inglaterra y Alemania, arrancan mañana. Alea iacta est.
La Gales de Gareth Bale, siempre servicial y presto para la batalla cuando se enfunda la elástica de los dragones, abrirá mañana la ronda del KO enfrentándose a la siempre combativa Dinamarca. El encuentro en el Johan Cruyff Arena de Ámsterdam (18.00 horas) medirá a dos de las selecciones meritorias del campeonato. Los daneses quieren seguir vivos en el torneo y dedicarle cada victoria a Christian Eriksen, uno de los referentes del equipo, que sufrió un paro cardíaco en el estreno de su selección frente a Dinamarca y se recupera en su casa. La UEFA, haciendo gala de su habitual mano izquierda, animó a los escandinavos a reanudar el encuentro ante Finlandia, una cita que no debió jugarse el mismo día y en la que Dinamarca, aún conmocionada, cayó derrotada por la mínima. Solo el triunfo ante Rusia (1-4) en la última jornada le permitió ser segunda de grupo y cruzarse con Gales, a la que únicamente ha superado Italia.
Un equipo, el transalpino, que ha liderado su grupo con mucha autoridad. Invictos e imbatidos, los pupilos de Roberto Mancini han roto con su pasado, con el catenaccio, y se dedican a jugar al ataque. Quién te ha visto y quién te ve. Sus buenas sensaciones en los tres partidos de la fase de grupos invitan a pensar en la azzurra como una de las grandes favoritas al triunfo en la Eurocopa, entre otras cosas porque llevan once victorias consecutivas, en las que no han encajado ni un solo gol, y 30 encuentros sin perder, desde septiembre de 2018 (1-0 contra Portugal). Enfrente tendrán a la Austria del díscolo Arnautovic, al que la UEFA sancionó con un partido por insultar a un rival de Macedonia del Norte, y de Alaba, el hombre llamado a sustituir a Ramos en el Real Madrid y que ha destacado más por sus asistencias que por su juego en lo que va de Eurocopa. No se puede dar nada por sentado, menos aún en el fútbol, pero todo lo que no sea que Italia alcance los cuartos de final en el choque entre italianos y austríacos (mañana, 21.00 horas en Wembley) será una sorpresa.
primer gran cruce
En una situación similar a la de los transalpinos se encuentra Países Bajos. A la chita callando, cierto es que en un grupo sencillo, los dirigidos por Frank de Boer se han plantado en octavos de final con pleno de puntos y tres futbolistas destacados en sus filas: Dumfries, Wijnaldum y Depay. Abrirán la jornada del domingo en un abarrotado Puskas Arena de Budapest (18.00 horas) ante la República Checa, tercera en su grupo tras Inglaterra y Croacia. Un encuentro que será la antesala de la primera gran eliminatoria de los octavos de final, la que medirá a Bélgica, la eterna aspirante, y Portugal, la actual campeona.
El estadio de La Cartuja de Sevilla, a cuyo césped incomprensiblemente la UEFA dio la máxima nota, se despide de la Eurocopa con un encuentro de altos vuelos. Dos de las máximas candidatas a estar en la final del próximo 11 de julio se despedirán del torneo casi a las primeras de cambio. Se antoja difícil acertar con el pronóstico, pese a que Bélgica ha pasado como primera y Portugal ha sido la mejor tercera clasificada, entre otras cosas porque los lusos se han visto las caras con Francia y Alemania en el grupo de la muerte. Empataron ante los galos, fueron arrollados por los germanos y sufrieron más de los previsto para ganar a Hungría. Cristiano Ronaldo sigue demostrando un apetito de gol voraz a sus 36 años y con cinco tantos lidera la clasificación de máximos realizados del torneo. Lukaku, con tres, no le sigue a mucha distancia. Los diablos rojos apuran la mejor generación de su historia con el firme objetivo de estrenar su palmarés. Cayeron contra todo pronóstico en los cuartos de final de la Eurocopa de 2016 y fueron terceros en el Mundial de 2018. Ahora, el objetivo es alcanzar la primera final de su historia.
Si incierto es el resultado que pueda darse en Sevilla, también lo es el del Croacia-España del lunes (18.00 horas) en el Parken Stadion de Copenhague. La actual subcampeona del mundo, inmersa de lleno en un cambio generacional que nunca es sencillo, alcanzó la segunda posición de su grupo gracias a una obra de arte de Luka Modric, un futbolista vital para su selección, en la última jornada. El veterano centrocampista es el faro de un equipo que juega un fútbol lento y que tiene en la figura de Perisic a su máximo realizador. El combinado español, por su parte, agradece el regreso de Busquets tras superar el covid, y afronta los octavos tras una fase de grupos en la que ha dejado muchas dudas, hasta el punto de que Suecia le arrebató la primera plaza. Con Morata señalado, un sinfín de críticas a Luis Enrique y una notable falta de gol, pese al engañoso 0-5 que le endosó a Eslovaquia, España quiere hacer valer su juego de posesión –es la selección que más balón ha tenido en la liguilla, con un 68,7%– en su importante encuentro frente a los croatas.
El lunes, a las 21.00 horas y en el National Arena de Bucarest, Francia, la vigente campeona del Mundo, se verá las caras con Suiza. Con Benzema entonado tras su dos goles ante Portugal, pero sin la fiabilidad de años anteriores, los galos son favoritos frente a una selección helvética que ha pasado a octavos como una de las mejores terceras clasificadas.
un duelo mayúsculo
Tras tres intensos días, los octavos tocarán a su fin el martes, donde aguarda el otro plato fuerte de esta ronda. Nada más y nada menos que un Inglaterra-Alemania en Wembley y ante 40.000 espectadores (18.00 horas). Los británicos, que solo han marcado dos goles pero que no han recibido ni uno, miden la capacidad de una irregular Alemania, capaz de lo mejor –golear 4-2 a Portugal– y de lo peor –empatar a dos frente a Hungría y de milagro para pasar la fase de grupos–. En el último torneo de Joachim Low como técnico, la Mannschaft tratará de dejar en el camino a una Inglaterra que espera la mejor versión del desaparecido Harry Kane.
Por último, el martes a las 21.00 horas en el Hampden Park de Glasgow, Suecia, la gran sorpresa de la Eurocopa tras su primer puesto en un grupo en el que España fue segunda, tendrá enfrente a una Ucrania que ha superado la fase de grupos como la peor tercera clasificada, con solo tres puntos y una diferencia de goles negativa (-1). Se prevé un duelo igualado y, por qué no, vibrante entre dos selecciones sin nada que perder.