La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, se reunió ayer con las empresas vascas implantadas en Polonia para conocer su situación tras la invasión de Ucrania. En la actualidad, un total de 52 empresas están implantadas en este país, al que Euskadi exportó por valor de 740 millones de euros en 2022. Tapia, acompañada por el viceconsejero de Industria, Mikel Amundarain, el director general del Grupo SPRI, Aitor Urzelai, y la consejera delegada de BTI, Agencia Vasca de Internacionalización, Ainhoa Ondarzabal, visitan esta semana Polonia, un mercado “preferente” para la industria de Euskadi.
El objetivo principal del viaje es conocer de primera mano la situación en la que se encuentran las empresas vascas implantadas en Polonia y que han vivido de manera directa las consecuencias de la invasión de Ucrania, especialmente en la gestión de las personas y en la gestión emocional de sus trabajadores.
Arantxa Tapia recordó que Polonia se encuentra en primera línea muy cerca de Ucrania, del frente bélico, y por tanto, “están sufriendo, más de cerca” toda está situación. Por ello, según ha explicado, se han querido desplazar hasta este país para conocer cuál es su situación y si se les puede ayudar de alguna manera y activar algún tipo de mecanismo para colaborar.
Según manifestó, la situación de la guerra está afectando de manera diferente a las empresas y aludió a algunas dificultades de contratación, sobre todo, de hombres, que se han marchado a la guerra.
Por otra parte, Tapia, que explicó que también se centrarán en esta visita en el tema del talento, indicó que hay un segundo objetivo de esta visita y, aunque pueda resultar “un poco duro hablar de ello”, tiene que ver con la reconstrucción de Ucrania. En este sentido, aludió al papel que puedan tener las empresas vascas para “contribuir a esa recuperación”.
La agenda de la primera jornada en ese país se caracterizó por el encuentro con las empresas vascas en la capital, Varsovia. Polonia es el decimotercer país con más implantaciones de empresa vasca, con un total de 52 implantaciones en sectores muy variados y, principalmente, atienden al sector de automoción (10), tecnologías de fabricación avanzada (10) así como de construcción y obra civil (8).
La jornada comenzó con la visita a la planta de la empresa vasca Onnera, que tiene en Varsovia una implantación complementaria a su sede de Oñati. Onnera Group es un grupo empresarial internacional dedicado a aportar soluciones de equipamiento para la restauración, la lavandería y las aplicaciones de frío.
El Gobierno vasco recordó que la economía de Polonia es la segunda más grande de Europa del Este (sin considerar Rusia) y una de las de más rápido crecimiento en la UE. Su política de atracción de inversión extranjera viene marcada por su estabilidad macroeconómica, unos costes laborales competitivos y la proximidad a los principales mercados.
La balanza comercial de Euskadi con Polonia ha sido, históricamente, “netamente positiva”. Las exportaciones de Euskadi a Polonia, si bien se resintieron ligeramente en 2020 por el parón de actividad derivado del impacto del covid, se han incrementado en 2021 y 2022. Así, en 2022 las exportaciones vascas a Polonia ascendieron a cerca de 740 millones, prácticamente duplicando el valor de exportaciones 10 años antes. Esto convierte a Polonia en el noveno socio comercial de Euskadi en términos de salida de los bienes vascos a mercado global.