La profunda crisis energética que azota Europa derivada de las limitaciones de Rusia a exportar gas natural está obligando a los gobiernos a tomar medidas para proteger a las empresas y los consumidores de las elevadas facturas pero también a analizar y estudiar la situación para poner en marcha políticas que caminen hacia la transición energética y climática.
En esta misma línea aboga el Gobierno Vasco, una hoja de ruta marcada por una apuesta firme por la eficiencia energética y las energías renovables, y así lo ha puesto de manifiesto en sus últimas intervenciones la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia.
Recientemente ha recordado que Europa establece para 2030 que los molinos de viento generen 500 gigavatios. Ante esta exigencia europea, considera que hay que actuar con responsabilidad y apresurar los proyectos, por lo que insiste que es “urgente” acelerar la puesta en marcha de infraestructuras de energía limpia y alternativa, así como las destinadas a la economía circular de los residuos.
Otros proyectos puestos en marcha por el Ejecutivo autónomo en la misma línea son las ayudas para la instalación de placas fotovoltaicas.
En cuanto al problema de abastecimiento de gas como consecuencia de la guerra de Ucrania , la consejera considera que Euskadi cuenta con “suficiente gas” para los próximos meses, ya que tiene las infraestructuras necesarias para recibirlo y poder utilizarlo, aunque admite que la situación es muy cambiante, por lo que hay que utilizar lo menos posible.
reducir el consumo El Plan de Contingencia Energética elaborado por el Gobierno tiene el objetivo de contribuir a la reducción del consumo de gas y de energía acordado en el marco de la Unión Europea. El citado documento refleja la urgencia que existe por tomar medidas inmediatas que requieren de la implicación de instituciones para poner en práctica proyectos estratégicos que impacten en el avance de la descarbonización de la economía.
Bajo estos principios, el Plan de Contingencia del Gobierno vasco establece los ámbitos de actuación para lograr la eficiencia energética, la generación de energías renovables y alternativas, la economía circular y la gestión de los residuos.
Incluye además proyectos estratégicos e iniciativas relevantes en la apuesta de la generación de energías limpias como el biogás, biometano, biomasa, hidrógeno, energía fotovoltaica y geotermia.
En cuanto a los hogares y colectivos vulnerables, el plan enfocado a la reducción del consumo recoge el compromiso de intensificar el apoyo a las personas y familias más vulnerables a través de mecanismos activados por el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales.
Finalmente, este plan reitera también la importancia de reforzar acciones informativas y de sensibilización.
Paquete de medidas En el capítulo de ayudas para paliar la crisis también se ha pronunciado el máximo responsable del Ejecutivo vasco. El lehendakari Iñigo Urkullu ha anunciado recientemente un programa de medidas dotadas de 400 millones de euros para hacer frente a la crisis energética, que se suma al ya aprobado en abril con una financiación de 200 millones.
Bajo el nombre de Programa Hitzartuz, el nuevo programa de medidas va a estar dirigido a reforzar el apoyo a los colectivos con mayores dificultades para pagar la factura energética y a cubrir sus necesidades básicas, así como a compensar la pérdida de poder adquisitivo a las ciudadanía.
También van dirigidas a apoyar al tejido empresarial, de manera que se facilite el acceso al crédito a aquellas empresas viables que estén atravesando una coyuntura complicada.
Además, a través de este plan se incrementarán un 10% las Ayudas de Emergencia Social (AES) y se reducirá el coste de los suministros de gas en el parque de vivienda social para comunidades con instalaciones centralizadas.
Contempla, a su vez, el aumento del límite de ingresos para el acceso a vivienda social, ayudas para el sector de la alimentación para mitigar el impacto de la inflación en la ciudadanía, y ayudas de eficiencia energética para compensar la subida de la factura y favorecer el ahorro energético de las familias.
En materia de fiscalidad, se incluye una nueva deflactación del IRPF, que se suma a la ya aprobad del 4%, que entraría en vigor el 1 de enero de 2023 con objeto de atenuar la inflación subyacente prevista.
Asimismo, y de cara a aliviar la situación de las empresas, se prevé una línea de crédito especial para industrias intensivas en energía, pymes y autónomos, como refuerzo a las medidas planteadas en el Plan de Contingencia Energética de Euskadi.
Se reforzará también el programa de ayudas para incentivar el ahorro y autoconsumo a través de la generación de energías renovables en empresas, pymes, autónomas y polígonos industriales. l