El programa Trapezistak –Equilibrista, en euskera– del Gobierno vasco ha prestado asistencia a 486 jóvenes sin red de apoyo familiar durante el primer semestre de este año, facilitando su transición hacia la vida adulta, según ha informado el Departamento de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico.
Este modelo de inclusión social se ha consolidado como un referente en Europa, al ser destacado entre los diez casos de éxito por el Comité Europeo de las Regiones en su Informe Anual sobre el Estado de las Regiones y Ciudades de la UE.
El informe subraya los desafíos más urgentes a los que se enfrentan las regiones europeas y destaca a Trapezistak como un programa que ofrece un acompañamiento integral y personalizado a jóvenes, principalmente inmigrantes, que no cuentan con una red de apoyo familiar en Euskadi.
Nerea Melgosa, consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico, presentó el programa en la Décima Cumbre de Ciudades y Regiones celebrada en Mons, Bélgica, el pasado mes de marzo, bajo el lema Construyendo Comunidades Inclusivas.
Casos de éxito
Durante el primer semestre de 2024, el 12% de los jóvenes que han participado en el programa (58 personas) lograron emanciparse mientras que el 81,7% continúa recibiendo apoyo por parte de Trapezistak. Únicamente el 6,3% (31 personas), han salido del programa sin haber logrado los objetivos de emancipación.
El programa Trapezistak, que surgió en el año 2022, ha alcanzado un alto grado de consolidación, con la participación de 25 entidades del Tercer Sector Social de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Gracias a esta red, el programa opera en municipios como Laudio, Amurrio, Gasteiz, Hernani, Tolosa, Donostia, Barakaldo, Getxo o Bilbao, ofreciendo un soporte clave a jóvenes en situación de vulnerabilidad.
Desde una perspectiva de género, el programa también ha logrado avances, con un incremento en la participación de mujeres, que pasó del 3,88% en el primer semestre de 2023 al 7% en el mismo periodo de este año. El perfil más común de los beneficiarios sigue siendo el de varones migrantes de origen marroquí, con un promedio de edad de 23,2 años.
Por otro lado, el 38% de los participantes ha regularizado su situación legal y la mayoría ha conseguido el empadronamiento y el acceso a la tarjeta sanitaria. En cuanto a la formación, el 33% de los jóvenes ha obtenido un Certificado de Profesionalidad y un 69% continúa en procesos educativos que les permiten alcanzar titulaciones oficiales.