“Casi imprescindible”. La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, consideró ayer martes que la decisión de la Unión Europea retrasar la entrada en vigor de la nueva normativa de emisiones de vehículos Euro 7 “era necesaria”. Una valoración que va en la línea con la opinión del sector de la automoción en Euskadi, que considera que el anuncio da “un poco de oxígeno” a los fabricantes. “Se estaba produciendo una incertidumbre, situación de malestar y de inseguridad en un sector clave como es la automoción en Europa”.
El Consejo de Ministros europeos de Industria acordó el lunes retrasar de 2025 a 2027 la entrada en vigor de la normativa para rebajar las emisiones contaminantes de los coches y aplazar hasta 2029 las exigencias para los camiones. Unos plazos que, para Tapia, son más “realistas” y dan más tiempo al sector para adaptarse.
“Se estaba enviando un mensaje de que estábamos estableciendo unos objetivos que casi eran imposibles de conseguir en los tiempos fijados”, valoró Tapia. Sin embargo, también quiso dejar claro: “No nos olvidemos que los objetivos siguen siendo los mismo y estamos plenamente convencidos de que los tenemos que conseguir. Otra cosa es que se flexibilizan un poco los tiempos para conseguirlos, de tal manera que la industria pueda hacer su tarea, pueda llevar a cabo toda la implantación tecnológica, todos los desarrollos de I+D necesarios para que se pueda llevar a cabo esa industrialización de Europa, una nueva industrialización de un sector diferente, pero al mismo tiempo consiguiendo los objetivos planteados”, indicó la consejera. El reglamento Euro 7 busca reducir las emisiones contaminantes atmosféricas procedentes del transporte por carretera para apoyar a la industria en su transición hacia el coche limpio en el año 2035, fecha a partir de la cual sólo se podrán comercializar en la UE vehículos nuevos de cero emisiones.
“Aplicar el sentido común”
Según el cluster vasco de Automoción Acicae, en este proceso de transición energética se debe aplicar “el sentido común” y, por ello, creyó adecuado que se opte por dar unos plazos más largos para que toda la industria se adecue a las “altas” exigencias en materia de emisiones. En este sentido, Acicae consideró que, desde el ámbito político, se está poniendo mucho presión en el tema medioambiental y que “la industria no puede”. En este sentido, apuntaron que los propios países se están dando cuenta de las consecuencias negativas de continuar con ese ritmo de exigencia.
La decisión adoptada el lunes por el Consejo de la Unión Europea no es la definitiva, ya que aún tiene que negociar con el Parlamento Europeo una vez el hemiciclo fije y apruebe su posición negociadora, previsiblemente en noviembre. Pero es un primer paso importante. Francia, que había encabezado la oposición a Euro 7, destaca la necesidad de “equilibrar economía y ecología”. En esta línea, la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) y la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) celebraron también la decisión, ya que la propuesta inicial de la Comisión Europea era “totalmente desproporcionada y generaba altos costes para la industria y los clientes”.
Según explicaron desde Anfac, esta orientación representa una aproximación “mucho más sensata” que la inicial, la cual planteaba impactos “muy negativos” para la industria estatal con unos beneficios medioambientales “marginales”. Por ello, valoraron el trabajo y la labor de consenso realizada por el Ministerio de Industria en el marco de la presidencia española del Consejo de la Unión Europea. De hecho, el acuerdo se consiguió gracias a la rebaja de objetivos introducida por la presidencia española de la UE.
Componentes
Otra visión tienen, en cambio, los fabricantes de componentes para los automóviles como Gestamp. Y es que la Asociación Europea de Proveedores de Automoción (CLEPA) criticó el pacto entre los Estados miembros de la UE nada más darse a conocer. “Los proveedores de automóviles apoyan el avance del Euro 7, con condiciones y límites de prueba realistas. La propuesta de la Comisión podría implementarse eficazmente con algunas precauciones prudentes”, declaró en un comunicado el secretario general de CLEPA, Benjamin Krieger.
Según los fabricantes de piezas, la tecnología requerida “está disponible y es económicamente viable”, por lo que “retroceder al Euro 6, como propone el Consejo (los países), no es necesario para mantener la movilidad asequible y no respaldará la implementación de límites de calidad del aire más estrictos ni estimulará la innovación en la UE”.
La contaminación atmosférica y la competencia con China, en particular, está estrechamente relacionada con las decisiones comunitarias relacionadas con la automoción. Por un lado, la UE está tramitando una revisión legislativa para endurecer los límites de calidad del aire, un problema que genera 300.000 muertes prematuras al año en la Unión Europea. Al mismo tiempo, el bloque comunitario no quiere que su industria de la automoción, que representa en torno al 10% del PIB de la UE, se vea lastrada por las ayudas que reciben esas industrias en Estados Unidos o China.
Los datos
2027
Nuevo plazo. El Consejo de Ministros europeos de Industria acordó el lunes retrasar de 2025 a 2027 la entrada en vigor de la normativa para rebajar las emisiones contaminantes de los coches y aplazar hasta 2029 las exigencias para los camiones. Unos plazos que el sector automovilístico considera más realistas.
2035
Transición. La transición al coche ‘limpio’ está prevista para 2035, fecha a partir de la cual sólo se podrán comercializar en la Unión Europea vehículos nuevos de cero emisiones.