El número de personas ocupadas creció en 15.700 personas el año pasado en Euskadi, según los datos de la Encuesta de población en relación con la actividad del Instituto Vasco de Estadística-Eustat. Todos los sectores crearon empleo, menos uno, la industria, donde se perdieron un total de 4.400. El sector que más aportó al mercado de trabajo fue el de servicios, con 17.400 ocupados más, seguido por la agricultura, con 2.400 más, y por último la construcción, con 400 más. Según el Eustat, la cifra total de personas ocupadas a final de año ha sido de 995.100, ligeramente por debajo de la aportada a comienzos de año por la Seguridad Social, que arrojaba un total de 1.024.511 cotizantes, con un incremento en el último año en 11.563 personas.
La disparidad entre ambos datos no es una novedad, de hecho, es habitual que no coincidan. Pero sí muestran una misma tendencia: que el sector servicios es el que ha tirado en 2024 del empleo. Los datos aportados por la Seguridad Social muestran que el crecimiento del empleo se notó especialmente en el sector servicios y, dentro de este segmento, en el público. Por ejemplo, el mayor incremento de contrataciones se dio en actividades sanitarias y de servicios sociales, seguido de la hostelería, las actividades científicas y técnicas y la educación.
En cuanto al paro, los datos de la encuesta muestran que la tasa se ha reducido una décima, del 7,2% al 7,1%, a pesar de que hay 100 personas más en esta situación que hace un año. Así, el número de personas desempleadas se estima en 75.600, por debajo también de las 107.380 personas registradas en Lanbide. La paradoja de que se hayan creado 15.700 puestos de trabajo y que el paro haya repuntado ligeramente se debe a que ha aumentado la población activa –las personas en edad y disposición de trabajar– en 15.800 personas. Quedan como desafíos para el mercado de trabajo encontrar una salida laboral a aquellos sectores de más difícil colocación, como los parados de larga duración, ajustar oferta y demanda o mejorar las condiciones en el sector servicios, el que más tira en estos momentos del empleo. Otro desafío es hacer frente a la brecha de género, ya que las mujeres siguen siendo mayoría entre las personas desempleadas y en las contrataciones temporales y a tiempo parcial.
Al analizar la lista de Lanbide tomando las variables de sexo, edad, nivel de formación reglada y sector del último empleo, se observa que el perfil mayoritario del demandante de empleo es mujer (57,6%), mayor de 45 años (54,8%), del sector servicios (70%) y con estudios hasta primaria (55,1%). El objetivo es seguir bajando la tasa de paro, aunque todavía queda trabajo por delante hasta llegar a las cifras previas a la crisis financiera y econónimica de 2008, cuando la tasa de paro estaba por debajo del 5%.
Datos trimestrales
Además de la perspectiva anual, la encuesta del Eustat muestra los datos de los últimos tres meses del año respecto al trimestre anterior, es decir, el verano. Este análisis refleja que en ese periodo se perdieron 2.000 empleos (a pesar del dato global positivo del año) y que también había 1.100 personas desempleadas menos.
El colectivo de hombres parados, que comprende actualmente a 35.600 personas, disminuyó en 2.200, mientras que el de mujeres desempleadas aumentó en 1.100, hasta un total de 40.000 en el trimestre. La tasa de paro masculina bajó así 3 décimas porcentuales hasta el 6,5% y la femenina subió una décima hasta alcanzar el 7,7%.
Con respecto a la nacionalidad, la cifra de población parada descendió entre las personas con nacionalidad extranjera en 3.800 personas, situándose en 17.100. Por contra, entre las personas con nacionalidad española aumentó en 2.700, hasta alcanzar las 58.500 personas desempleadas.
Por su parte, el descenso de la ocupación se dio en esta ocasión entre los hombres (-5.900), mientras que entre las mujeres aumentó en 3.900. Con respecto a la nacionalidad, las personas ocupadas con nacionalidad española descendieron en 4.300 (-0,5%), mientras que las de nacionalidad extranjera aumentaron en 2.300 (+2,4%). La tasa de ocupación más elevada se da entre las personas de nacionalidad española, con un 72,7%, bajando 4 décimas porcentuales con respecto al trimestre anterior, mientras que entre las personas con nacionalidad extranjera sube en 1,4 puntos, hasta situarse en el 58,3%.
En el trimestre, la población ocupada cayó en el sector industiral (-3.600 empleos), se mantuvo en servicios y aumentó en construcción (+200 personas) y el sector primario (+1.400 personas). Por territorios históricos, la tasa de ocupación más alta es la de Gipuzkoa con un 73%, tres décimas porcentuales menos que el trimestre anterior; en segundo lugar, se sitúa Araba con un 70,9%, aumentando en 1,1 puntos porcentuales; por último, en Bizkaia la tasa de ocupación baja 4 décimas hasta alcanzar el 69,7%.
En cuanto al tipo de contrato, las personas con contratos indefinidos aumentan respecto al trimestre anterior en 1.700 y, en relación al año anterior, subieron en 29.700 personas. Por último, se estima que en el cuarto trimestre del año había 925.100 hogares, de los cuales una tercera parte no tiene ninguna persona activa, 4.100 hogares más que en el trimestre anterior. Asimismo, en casi seis de cada diez hogares todas las personas activas están ocupadas, 2.500 familias menos. Por su parte, los hogares cuyas personas activas están todas en paro son 27.000, 200 hogares menos que en el trimestre anterior.