En la enésima comparecencia para combatir la pandemia de covid-19, el lehendakari Iñigo Urkullu volvió ayer martes a pedir la población vasca un esfuerzo para revertir la situación actual de la evolución de la pandemia mediante la vacunación, la limitación de las interacciones sociales y la responsabilidad individual y colectiva en la vida cotidiana.
Lo hizo en un día en que también se volvió a marcar un nuevo récord de contagios, otro más, con 6.568 positivos detectados el pasado lunes y una tasa de incidencia acumulada en 14 días por cada 100.000 habitantes que se sitúa ya en 2.285. Lógicamente, eso se tenía que trasladar a los hospitales vascos donde hay 357 personas hospitalizadas con covid-19 y 111 pacientes con esa enfermedad en las UCI, diez más que la semana pasada.
Con estos terribles datos encima de la mesa y conscientes de que la variante ómicron es ya mayoritaria en Euskadi, el LABI reunido ayer martes y con la baja a última hora del alcalde Gasteiz y presidente de Eudel, Gorka Urtaran, positivo por coronavirus, dio ayer martes luz verde a las nuevas restricciones para intentar frenar a un virus desbocado, ayudado además por el elevado número de interacciones sociales, especialmente en interiores.
Cierre a la 1 de la madrugada
Para ello, la hostelería, los restaurantes y las actividades comerciales, culturales y de ocio tendrán que cesar desde hoy como muy tarde a la una de la madrugada, con lo que las habituales fiestas de fin de año tendrán que volver a ser suspendidas por segundo año consecutivo.
Esta es una de las medidas acordadas ayer martes en el consejo asesor del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI), presidido por el lehendakari Iñigo Urkullu para tratar de frenar la expansión de la sexta ola de la covid y que entrarán en vigor hoy mismo y estarán activas hasta el próximo 28 de enero.
Además de establecer el horario de cierre, se fija un aforo general al 60% en los locales, con grupos de 10 personas máximo y se recupera la prohibición del consumo de pie.
El 1 y 6 de enero la apertura al público de todos estos establecimientos no podrá hacerse antes de las 8.00 horas, salvo en gasolineras, áreas de servicio y farmacias, así como en el servicio de desayunos de hoteles y otros alojamientos.
En cuanto a los aforos, en los eventos sociales, culturales y deportivos el número máximo de personas que podrán reunirse es de 600 en interiores y de 800 en exteriores. Cuando los recintos tengan capacidad para entre 1.600 y 5.000 personas el máximo será de 800 en interiores y 1.200 espectadores en exteriores, y cuando tengan cabida para 5.000, el aforo será de la mitad.
Estadios de fútbol
En principio esto no afecta a recintos como los estadios de fútbol, ya que el aforo para estos eventos deportivos podría determinarse en el Consejo Interterritorial de Salud que se celebra hoy miércoles.
"En opinión del Gobierno vasco, ningún evento celebrado en recintos con capacidad superior a 5.000 personas debería superar el 50% de aforo. Ahora bien, tenemos un precedente que nos condiciona", señaló el lehendakari, recordando que el pasado 14 de septiembre la Sala de lo Contencioso del TSJPV dio la razón al recurso presentado por La Liga de Fútbol Profesional y obligó a establecer un límite de aforo determinado en el ámbito estatal, distinto al establecido entonces por el LABI.
Estas medidas se han adoptado después del consenso logrado entre los gobiernos de Euskadi, Nafarroa, Aragón, La Rioja, Cantabria y Asturias para limitar horarios y aforos en hostelería, restauración y ocio nocturno para evitar que aumente la movilidad entre unas y otras en función de las restricciones que cada una pudiera establecer.
Este consenso se alcanzó después de que el pasado miércoles no se pudiera llegar a una posición común en la Conferencia de Presidentes, para la que el lehendakari había planteado unos horarios aún más restrictivos que no se han aprobado ahora precisamente en aras al consenso con otras comunidades, según explicó.
En este sentido, Urkullu explicó que se han tomado medidas sobre las cuestiones en las que su Gobierno tiene competencias e insistió en que su prioridad es "garantizar la vida de las personas y la salud pública", especialmente de los más vulnerables. Para ello, pidió un esfuerzo para revertir la situación actual de la evolución de la pandemia mediante la vacunación, la limitación de las interacciones sociales y la responsabilidad individual y colectiva en la vida cotidiana.
El decreto con las medidas aprobadas se publicó ayer martes en el Boletín Oficial del País Vasco para que entre en vigor hoy mismo, por lo que ha recordado, las medidas son ya de obligado cumplimiento para aquellas actividades programadas para este día, como conciertos y otros eventos.
En Euskadi no había restricciones en aforos y horarios desde el 7 de octubre pasado, cuando se desactivó la emergencia sanitaria que se puso en marcha en agosto de 2020, al conseguirse una situación muy diferente a la actual, con poco más de 60 casos por 100.000 habitantes en 14 días.
A principios de este mes se volvió a decretar la emergencia sanitaria para implantar el pasaporte covid, pero la irrupción de ómicron obliga, a juicio del lehendakari, a volver a recuperar las restricciones.
Las cabalgatas en el aire
Respecto a las Cabalgatas de Reyes, Iñigo Urkullu aclaró que no están afectadas las nuevas medidas adoptadas por el LABI, pero advirtió de que los responsables municipales conocen si su municipio está en una situación de riesgo o no, para decidir "qué es lo que puede o no hacer, o lo que es recomendable hacer". "Creo que en Euskadi la fotografía es suficientemente significativa para cualquier responsable institucional sepa qué es lo que puede o no hacer, o lo que es recomendable hacer", insistió.
El lehendakari recordó que el Gobierno vasco ya se ha pronunciado con sus recomendaciones sobre los desfiles antes de la Navidad, lo que llevó a algunos municipios a cancelar las cabalgatas de Olentzero, aunque en otros se celebraron. "Cada uno sabe en qué situación se halla su municipio; si está en una situación de riesgo o no", advirtió Urkullu.
Cobertura legal
Cuestionado ante un recurso presentado por los hosteleros, tal y como anunciaron ayer martes los hosteleros alaveses, el lehendakari se mostró tranquilo y confiado y recordó que el cierre afecta a todo tipo de sectores, no solo a la hostelería.
En este sentido, Bingen Zupiria, insistió en que cuentan con seguridad jurídica porque "no vulneran ningún derecho fundamental". "No hay que ponerse la venda antes de la herida. "Proponemos las medidas en la confianza y en la seguridad de que están amparadas por una ley del Parlamento Vasco y en la seguridad de que no están vulnerando ningún derecho fundamental", señaló.