Cualquiera que se acercara este sábado al Global Ring de Toshima sin saber una sola palabra de japonés habrá vuelto a su casa aprendiendo al menos una nueva: oishi, la palabra que se utiliza para expresar que una comida es sabrosa, y que no paraban de repetir los ciudadanos de Tokio que se acercaron a la Basque Week a catar las gildas y el txakoli Hiruzta de Hondarribia. Son dos de las joyas gastronómicas vascas que se han presentado para multiplicar el interés creciente de los nipones en Euskadi que ha eclosionado por la inesperada pasión por la tarta de queso de un bar donostiarra, y por el fichaje de Take Kubo en la Real Sociedad.
Y, por los testimonios recabados a pie de calle, parece evidente que a los turistas japoneses se los conquista por el estómago, y es una conquista compleja y valiosa, porque es un visitante respetuoso, de media se dejan 3.000 euros en sus vacaciones en suelo vasco, y antes del covid ascendían ya a unos 40.000 visitantes. El Gobierno vasco realizó una primera valoración “optimista” y cree que está consiguiendo situar a Euskadi en el mapa. Esta feria estará en marcha hasta el 19 de octubre y forma parte de las actividades del Año Euskadi-Japón, en el marco de la estrategia Basque Country que fija al país del sol naciente como zona prioritaria.
Un japonés del Athletic… pero con el corazón partido por Take Kubo
El visitante que más llama la atención es Nobuyuki Ohara, que se presenta en la feria con un look totalmente vasco: una sudadera roja del Athletic y una gorra con la ikurriña. ¿Cuál es su historia? La explica en castellano a los periodistas que lo abordan de inmediato. “Yo estudio español desde hace 20 años, me gusta España, pero Euskadi también. Sobre todo, la comida. En Tokio hay un restaurante que sirve comida vasca, y a mí sobre todo me gustan el pescado, concretamente el bacalao, y el txakoli”, detalla. ¿Cómo conoció a Euskadi? “Por internet”, responde. Además, sabe que tiene una lengua propia, “el euskera, que espero empezar a estudiar algún día, aunque me han dicho que es muy difícil”. Incluso tiene un amigo vasco, Ignacio Gutiérrez, un bilbaino que vive en Japón. “Algún día quiero viajar a Bilbao”, añade.
Nobuyuki tiene referencias sobre Bilbao, Donostia y los Sanfermines, “que son muy peligrosos”, y se declara del Athletic, aunque ahora tiene el corazón partido por el fichaje de Take Kubo en la Real Sociedad.
La clave, la comida
El asesor del Ayuntamiento del distrito de Toshima, que se presenta por su apellido, Oshita, ha hecho posible la celebración de la semana vasca y señala como elementos distintivos de Euskadi su gastronomía, la música con artistas como Benito Lertxundi, Donostia como localidad gastronómica, e incluso la figura de San Francisco de Javier.
De hecho, a primera hora, en los talleres, donde era necesaria una inscripción previa, ya estaban llenos todos los asientos del mostrador de gildas y txakoli, donde dos expertos enseñaban a los japoneses la etiqueta del label vasco de calidad, explicaban el proceso de pesca de la anchoa en primavera con métodos tradicionales, y daban otros detalles seguidos con atención por los presentes, que incluso grababan en vídeo con sus móviles. El personal detrás del mostrador explica que se han utilizado productos vascos pero que están a la venta en Japón, como delata la etiqueta en japonés del txakoli. El objetivo es que los nipones vean que es un producto accesible y no pierdan el interés.
Poco después arranca una exhibición de herri kirolak con aizkolaris y harrijasotzailes. La presentadora japonesa va glosando la preparación y la dificultad de levantar semejantes pesos. Uno de los levantadores de piedras decide dar un golpe de efecto e incluso sujeta el peso con una mano mientras saluda a los japoneses con la otra.
Reparto de diccionarios japonés-euskera
Como hacía falta personal que supiera castellano o euskera para organizar esta feria, Valentina, de Roma, terminó siendo fichada para atender en uno de los mostradores. A ella le ha tocado el reparto de un folleto con un diccionario japonés-euskera, además de otros documentos donde se habla del idioma vasco y se menciona que se desconoce su procedencia; se presenta además a Euskadi como un lugar único y se pone en valor su cultura.
Optimismo del Gobierno vasco
Al mediodía, el Gobierno vasco realizó una primera valoración optimista, aunque es provisional a la espera de tener las cifras de asistencia y de que acabe toda la semana. La secretaria general de Acción Exterior, Marian Elorza, reivindicó que el objetivo de esta feria es “llegar al público japonés en general, por eso la semana vasca se celebra a pie de calle, porque la percepción de los lugares depende de las vivencias personales”. Se quiere ofrecer la “oportunidad de vivir en carne propia la gastronomía y los herri kirolak y contribuir al refuerzo de la presencia en Japón”.
Preguntada sobre la acogida de esta feria, defendió que “tenemos a muchas personas inscritas en los talleres”. “Creemos que vamos a culminar con un nivel alto de participación. Somos muy optimistas, hemos visto a personas tocando la txalaparta, probando gildas… Existe una curiosidad importante por la cocina y los artistas y cada vez vemos a más japoneses de visita”, destacó.
El consejero de Turismo, el socialista Javier Hurtado, habló sobre la inauguración del stand al respecto y el objetivo de recuperar el turismo internacional. Presentó a Euskadi como la comunidad líder en recuperación de visitantes desde 2020. “Tenemos muchas esperanzas en este territorio porque es un visitante al que apreciamos, que respeta mucho nuestra cultura, está interesado en nuestra gastronomía y arquitectura. Es un perfil muy conocedor de nuestra cultura, más de lo que nos pensamos. Es un turista que alarga la estancia, con una estancia media superior a otros turistas internacionales y también un gasto medio superior. Estamos consiguiendo que, dentro del tour que hacen por Europa, Euskadi sea para ellos una referencia”, alentó.
La consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, que está en Japón también para promocionar las bodegas de txakoli, destacó que el objetivo es dar a conocer el label vasco, el txakoli, la sidra, el vino de Rioja alavesa y los pintxos. También la tarta de queso, Baschee, que es todo un fenómeno en Japón. “Hemos traído gastronomía basada en producto de proximidad. Y tenemos un proyecto europeo, Caprice, que marida el txakoli y los pintxos”, dijo.