Euskadi avanza con paso firme hacia el autoconsumo en energías renovables en estos tiempos que precisan de explotar todos los recursos existentes que permitan llegar al ahorro en todos los bolsillos.
Coincidiendo con la Semana Europea de la Energía Sostenible 2022, que se celebra entre los días 26 y 30 de este mes, con el fin de concienciar a la ciudadanía la implementación del nuevo modelo energético, el Ente Vasco de la Energía (EVE) ha publicado una serie de datos que confirman que la transición hacia lo renovable y eficiente ya se está produciendo. Este organismo aborda en este sentido tres ámbitos importantes: la administración pública, el tejido económico con la industria como punta de lanza y todos los hogares vascos.
Nuestro territorio cuenta ya con 40 comunidades energéticas, gracias a las que, como ha declarado en Onda Vasca el Director General del EVE, Iñigo Ansola, "se pretende empoderar a la ciudadanía en lo que es la producción energética, en este caso, la producción eléctrica, y consumir o autoconsumir, las dos".
Estas comunidades, surgidas a lo largo del último año y medio y en las que se han implicado un centenar de ayuntamientos. Reúnen a más de 5.200 personas y suponen una potencia total de generación fotovoltaica de casi 17 MW, Cifras que constatan el impulso a la población para asentar el nuevo modelo en materia de eficiencia energética y producción de energía de origen renovable.
Existen dos tipos de comunidad energética, matiza Ansola. Una es la que vemos en San Mamés, a través de la empresa Edinor, con una planta fotovoltaica. "Aquellas viviendas que están a menos de 500 metros del punto de generación pueden beneficiarse de una reducción en la factura ya que están consumiendo en parte lo que se está generando en esa comunidad".
La otra es a través de Ekiola Energia Sustapenak. "Lo que estamos intentando es promover cooperativas, donde no vamos a cubierta sino a superficie, con parques fotovoltaicos relativamente grandes, con una potencia instalada de entre 1 y 5 megavatios", recalca Ansola.
De este modo pueden ser socias aquellas familias que compren una parte de esa planta fotovoltaica con la limitación de la energía que consumen en sus hogares, no pueden adquirir más potencia de la que van a adquirir, no es régimen de autoconsumo, puede ser a más de 500 metros, es un proyecto diseñado para cubrir todas las necesidades energéticas de cada hogar.
En vista del exponencial ascenso durante los últimos meses del precio de los combustibles fósiles, como el gas y los combustibles, pero también ante la finalidad de preservar el medio ambiente, se hace necesario el cambio lo antes posible. El director del EVE asegura que ambas cuestiones reúnen una capital importancia. "Comparado con los precios energéticos actuales cualquier planta fotovoltaica es rentable, pero estos proyectos van más allá de la situación coyuntural extraordinaria. El primer objetivo que debemos tener en cuenta es que estamos haciendo una apuesta por una tecnología limpia, libre de emisiones y cercana".
Invertir sobre seguro
La rentabilidad está asegurada en un plazo de tiempo razonable porque "si vas a ser socio requiere de una pequeña inversión pero haciendo economía de escala, va a albergar a 450-500 familias. Y si cambiamos de vivienda, la planta va a seguir estando ahí, y la red eléctrica y la normativa vigente nos dan la opción de cambiarte pero seguir siendo usuario de esa planta", ha comentado Iñigo Ansola en Onda Vasca.
Para que toda esta maquinaria engrase y se produzca el cambio de modelo energético, Ekiola Energia Sustapenak acaba de recibir más de 4 millones de euros de fondos estatales para el desarrollo de seis nuevas ekiolas o cooperativas: "Lea-Artibai, Leintz Gatzaga, y otras cuatro zonas de Gipuzkoa han obtenido esta subvención para comunidades energéticas. Son fondos Next Generation que dan un gran respaldo para estos proyectos", recuerda Ansola.
Derivado de la situación vivida durante el COVID, y gestionando el dinero proveniente de Europa y también fondos propios del Gobierno Vasco, el EVE pone diversas ayudas a disposición de la ciudadanía, como renovar el sistema de calefacción, sustitución de calderas o rehabilitación de edificios.
Ansola asimismo subraya que la movilidad es un asunto capital, "por lo que se dispone de una nueva línea de subvención para transporte por carretera con una dotación propia de 7 millones de euros para sustituir el camión antiguo". La edad media del parque de camiones es de 17 años, y derivado de la invasión de Ucrania "vamos a subvencionar camiones Euro6 diésel y también propulsados por gas natural, metano". Además, la movilidad es el sector que más energía consume en Euskadi con un 43 por ciento de cuota de participación en el mix de consumo, "y estamos impulsando muchas líneas de ayudas para, así, conseguir descarbonizar la economía".
“ Estamos haciendo un esfuerzo terrible y poniendo muchísimos medios para poder ser ágiles ”
Otros asuntos de especial relevancia como la biomasa o la geotermia tiene cabida en las ayudas establecidas. En todo caso, el responsable del EVE reconoce que "no es fácil gestionar porque la tramitación no es la más ágil, hay una gran cantidad de expedientes pero estamos haciendo un esfuerzo terrible y poniendo muchísimos medios para poder ser ágiles".
Por último, Ansola manifiesta que "la mejor política energética es la de impulsar la eficiencia energética gestionando 61 millones de euros para la eficiencia energética industrial, y así evitar emisiones al medio ambiente".