Euskadi quiere acercar la administración de Justicia a las víctimas de violencia machista y para ello Emakunde y el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco han impulsado una guía con información sencilla y clara sobre todo el itinerario judicial desde que se interpone la denuncia hasta que se falla la sentencia. El presidente del TSJPV, Iñaki Subijana, la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa, y la directora de Emakunde, Miren Elgarresta, presentaron ayer jueves en la capital vizcaina la Guía Informativa sobre el proceso penal para víctimas de violencia de género y el folleto sobre los Principales derechos de las víctimas en el proceso penal.
En el marco de esta presentación, Miren Elgarresta consideró necesario seguir impulsando que las mujeres víctimas de violencia machista presenten denuncia, pero advirtió de que hay que atenderlas también “con independencia” de que denuncien y “no condicionar” esta atención integral “exclusivamente a los casos en los que existe una denuncia”.
El objetivo último de la guía, que, además de en la versión euskera-castellano, se ha editado en francés-árabe, inglés-portugués y rumano, es acercar a las víctimas de violencia machista de una manera fácil el itinerario que se van a encontrar una vez iniciado un proceso penal tras haber sufrido maltrato.
En el transcurso del acto, Elgarresta recordó los dos instrumentos recientemente actualizados para mejorar la atención de las mujeres, como son la renovada Ley para la Igualdad hace un año y la firma del III Acuerdo Interinstitucional para víctimas de violencia machista.
Todas las formas de violencia
En este marco, indicó, existen algunos asuntos “relevantes consensuados” por todas las instituciones firmantes, como, por ejemplo, “la visión compartida sobre la ubicación de la violencia contra las mujeres dentro del problema sistémico y universal de la desigualdad de mujeres y hombres”. También, según subrayó, hay un consenso sobre “la necesidad de ampliar el sistema de atención a las víctimas de todas las formas de violencia machista contra las mujeres, más allá de las víctimas de la violencia ejercida por la pareja o expareja”.
Asimismo, remarcó, hay un consenso sobre “la necesidad de no condicionar la atención integral de las mujeres víctimas exclusivamente a los casos en los que existe una denuncia”. “Evidentemente, tenemos que seguir impulsado que las mujeres denuncien, pero debemos atenderlas también con independencia de que lo hagan”, recalcó.
Por su parte, la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa, afirmó que es una prioridad para su departamento “que las víctimas de violencia machista sientan cerca a las instituciones y accedan bien informadas a todos los servicios que ofrecen en materia de seguridad, políticas sociales, sanidad y, especialmente, la Justicia”.
Melgosa recordó que es “imprescindible que las víctimas sientan cercanía y empatía por parte de la administración de Justicia porque esa será la manera en la que sientan confianza y se atrevan a denunciar su situación e iniciar un proceso penal”. En ese sentido, la consejera indicó que la guía puesta en marcha inicialmente en Gipuzkoa, y que ahora será válida para toda la CAV, “ayuda a que las víctimas puedan tener una relación más amable con la Justicia”.
Cerró la presentación el presidente del TSJPV, quien manifestó que una de las líneas de actuación, en las políticas públicas en materia de Justicia, es lograr “una sustancial mejora” de la información a las víctimas de la violencia machista del procedimiento judicial en el que ejercitan los derechos que tienen reconocidos legalmente. En este contexto, explicó que “las guías tratan de facilitar un proceso de comunicación que haga efectivo el derecho a entender y ser entendido, adaptándose a las circunstancias y a las condiciones personales de las mujeres e hijos víctimas de violencia de género, tal y como exige el Estatuto de la Víctimas del Delito”.
Subijana afirmó que “es incuestionable que una justicia al servicio de las personas tiene que ser una justicia accesible”, que “acoge, escucha, entiende y a la que se le entiende”. Según dijo, las personas le dan “más importancia a cómo se sienten tratadas, escuchadas o respetadas que al propio sentido de la decisión, lo cual no significa que esto último resulte para ellas absolutamente intrascendente”.