Euskadi sigue siendo uno de los territorios en los que comprar una vivienda, ya sea de nueva construcció o de segunda mano, requiere un mayor esfuerzo financiero. Concretamente, es la cuarta comunidad con peor Índice de Accesibilidad Inmobiliaria, un baremo que determina el equilibrio entre el precio medio de la vivienda y la capacidad de endeudamiento adecuada par la adquisición de la misma. El último Informe de Tendencias del Sector Inmobiliario divulgado ayer por Sociedad de Tasación revela que este índice se sitúa en Euskadi en 68 puntos, teniendo en cuenta que la situación mínima de equilibrio es de 100 puntos. Es decir, que toda puntuación por debajo de la centena demuestra unas circunstancias difíciles para comprar una vivienda. La media estatal es de 74 puntos, con Baleares (31), Madrid (59) y Catalunya (63) en peor tesitura que la CAV.
Es una de las conclusiones más llamativas del documento de Sociedad de Tasación, firma especializada en valoración de inmuebles, aunque lo cierto es que tampoco supone una sorpresa, dado el perenne escenario de dureza al que se enfrentan los potenciales compradores vascos. Un contexto, además, que se ha agravado por las subidas de tipos que están castigando al mercado desde hace un año y el consiguiente endurecimiento de las condiciones para conseguir un préstamo hipotecario. Así, los precios medios de la vivienda nueva y usada alcanzaron en Euskadi al cierre del segundo trimestre del año los 2.477 euros por metro cuadrado, con un aumento interanual del 4,5% una cantidad muy superior a la media del conjunto del Estado (1.820 euros, con una subida respecto a junio del año pasado del 3,9%, un 0,6% menos que en Euskadi). Por Territorios Históricos, el mayor incremento interanual hasta el mes de junio lo experimentó Araba, con una subida del 5,8% hasta alcanzar los 2.121 euros por metro cuadrado. Bizkaia registró la segunda mayor subida, con un 5% y un precio de 2.404 euros por metro cuadrado. Por su parte, en Gipuzkoa el incremento fue más moderado (4,5%), si bien se partía de un nivel que hace que, detrás de Madrid y Barcelona, sea tradicionalmente el territorio con los precios más caros del Estado (2.757 euros el metro cuadrado).
El estudio de Sociedad de Tasación también se detiene en la evolución hasta junio de la vivienda nueva, que en el conjunto del Estado alcanzó un precio medio de 2.809 euros el metro cuadrado, un valor inferior al registrado en el cómputo de las tres capitales vascas (3.112 euros). Donostia es la tercera capital española con los precios más altos, con 4.185 euros el metro cuadrado en el caso de la vivienda de obra nueva. En un año, ese precio ha subido un 7,7%.
En el conjunto del Estado, al igual que en Euskadi, pese a que se está constatando una moderación en el incremento de los precios, lo cierto es que esa circunstancia queda prácticamente anulada por el hecho de que el acceso a una vivienda se dificulta cada vez más por “un progresivo encarecimiento de la financiación y en nuevas restricciones al crédito por parte de las entidades financieras”, explica en el informe Consuelo Villanueva, directora de Instituciones y Grandes Cuentas de Sociedad de Tasación. En un año, el Índice de Accesibilidad Inmobiliaria ha caído un 25% y está en los 74 puntos, su cifra más baja desde 2012, en plena crisis de la Gran Recesión. Son muchos los compradores interesados que están esperando un cambio de ciclo en el mercado de la vivienda, algo que podría ocurrir en un futuro a corto plazo, según el informe. Tras dos trimestres consecutivos de desaceleraciones en las tasas de crecimiento anuales, “el actual ciclo inmobiliario podría estar cerca de un nuevo punto de inflexión, como consecuencia del escenario de volatilidad macroeconómica actual y la consecuente política monetaria restrictiva adoptada por los bancos centrales”.